
Las declaraciones del señor Sarmiento, efectuadas a FM Cielo, son sumamente interesantes, no sólo por el lenguaje que emplea sino por la asombrosa justificación de una práctica que en el mundo está bastante difundida, pero para rastrear a linces ibéricos o águilas en peligro de extinción, y sólo acotada a seres humanos en casos de probada necesidad médica.
Sarmiento dice: Cuando asumió el nuevo ministro, me solicitó informes de toda la gestión en el área y particularmente me citó para que le dé explicaciones sobre cómo se había avanzado en el tema de los GPS y lo que era de público conocimiento: dónde pensaba la provincia de Salta utilizarlos y en qué casos específicos lo iba a hacer. El ministro lo ha estado estudiando. Me ha adelantado -a prima facie (sic)- que la Provincia va a avanzar en la compra de los equipos por monitoreo a través de GPS. Estamos esperando una nueva cotización de otras empresas argentinas. Ya habíamos recibido cotizaciones de empresas extranjeras, por ejemplo de Israel, que es el país que más ha avanzado en la fabricación de este tipo de implementos y, una vez que tengamos la cotización de esta nueva empresa, la elevaremos al ministro quien, en definitiva, tomará la determinación del tiempo en el cual se licitarán estos equipos.
El director de la cárcel informó también que se le ha explicado al ministro cuáles son los beneficios (sic) que va a generar la introducción de este tipo de elementos tecnológicos en la Provincia.
Sin disimular su orgullo, Sarmiento adeñantó que Salta va a ser la primera provincia en el país en utilizar este tipo de implementos tecnológicos para morigerar las condiciones de detención. Esto -que quede claro- va a ser en una tercera etapa donde se ha planificado la utilización del monitoreo por GPS. La primera de ellas tiene que ver con los traslados; la segunda etapa tiene que ver con eficientizar mejor el control que se realiza de las personas que hoy ya tienen una libertad vigilada, por ejemplo, con permisos laborales en el convenio que tenemos con la Municipalidad de Salta, donde hay, aproximadamente, 37 internos que salen a trabajar en obras públicas de la municipalidad y regresan a dormir al penal y -en una tercera etapa- poner estos elementos a disposición de la justicia para que sea ella, en definitiva, la que determine cuáles son los casos en los que van a ser aplicados estos elementos, entendiendo el gobierno de la Provincia- que debe hacerse en los casos de delitos leves, los casos de primer delito y por eso mencionábamos, específicamente, a las mujeres embarazadas y las madres de hijos menores de cinco años.
Si bien el funcionario dejó librado al criterio y control judicial la implantación de estos dispositivos eminentemente lesivos de cualquier derecho fundamental de los seres humanos, aseguró que el objetivo que se plantea el ministro Kosiner es morigerar las consecuencias que genera el encierro".
Para terminar de meterse en camisa de once varas, Sarmiento justificó la medida en "el punto de vista humanista que tiene el gobernador de la política". Convendría, pues, conocer -y cuanto antes- cuál es la postura del humanista Urtubey acerca de un recaudo de seguridad tan sumamente inhumano, que ha levantado polémicas en todo el mundo y concitado el rechazo prácticamente unánime de las asociaciones y grupos que defienden los derechos humanos.
Sarmiento dijo también "este sistema es el más moderno que se utiliza en el mundo", aunque no fue preciso a la hora de vincular "modernidad" con ética, ya que modernas también son las tecnologías de clonación de embriones humanos con fines reproductivos o las de ingeniería genética que pueden crear una super-raza, o los supermodernas técnicas de tortura en Guantánamo. También podría ser Salta "la primera en tenerlas".
Habrá que ver qué opinan los presos y sus familias, en primer lugar, las asociaciones de derechos humanos, los expertos criminólogos, los jueces y las autoridades encargadas de aplicar la ley que tutela la privacidad de los datos personales informatizados. Es posible que alguna de estas instancias no esté del todo de acuerdo con "semejante" alarde de modernidad.