
Afirma además que, un tiempo después, el lunes 3 de agosto de 2009, nos anoticiamos de que volvió a producirse un nuevo enfrentamiento entre el mandatario y la prensa. En esta ocasión, un grupo armado atacó la sede del canal de noticias venezolano Globovisión, crítico del gobierno chavista, en medio de una ofensiva presidencial contra los medios independientes, hecho que motivó airadas críticas a Chávez tanto en Venezuela como en otros países.
El resto de los fundamentos del proyecto de Pérez Alsina dice:
{xtypo_rounded_left2} Este ataque es el último de una serie de hechos relacionados con el avance del estado sobre los medios de comunicación...{/xtypo_rounded_left2}"Con boinas rojas y banderas de la Unión Patriótica Venezolana (UPV) y liderados por la dirigente chavista Lina Ron, alrededor de 30 motociclistas llegaron a la sede central de Globovisión en Caracas. Tras apuntar con armas de fuego a los vigilantes, ingresaron a las instalaciones donde hicieron detonar bombas de gas.
Este canal, abiertamente crítico de las políticas de Chávez, sufrió varias amenazas de cierre por parte del mandatario, acusándola de terrorismo mediático.
Dicho ataque es el último de una serie de hechos relacionados con el avance del estado sobre los medios de comunicación.
El fin de semana pasado, 32 radios y dos televisoras regionales salieron del aire por decisión de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CoNaTel), que consideró que no cumplían con todos los requisitos de la ley para operar. Las concesiones de otras 200 emisoras están siendo revisadas.
En desafio al gobierno, la radioemisora Circuito Nacional Belfort (CNB), fuera del aire desde el sábado 1 de agosto de 2009, empezó a transmitir dos días después con altoparlantes desde la plaza Alfredo Sadel, de Caracas, donde los transeúntes se detenían a expresar su solidaridad.
CNB, que tenia alcance nacional, perdió la licencia de cinco de sus emisoras, entre ellas la de Caracas, y desde el fin de semana transmite vía Internet, método al que recurrieron otras radios afectadas por la salida del aire.
Este nuevo atropello a la libertad de prensa y de expresión cometido por el presidente venezolano, deja en manifiesto que estas acciones son represalias contra las voces críticas a su modelo político.
A través de éste proyecto, Pérez Alsina expresó que desde el Senado Nacional, no se tienen más herramientas que condenar esta actitud de castigar a las emisoras de radio y televisión por sus editoriales u opiniones, abusos que sin duda perjudican directamente al público y violan su derecho a informarse y conocer.
Por otra parte, en reiteradas ocasiones, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) vino advirtiendo y condenando al gobierno venezolano sobre el cada vez más acotado espacio para los medios de comunicación independientes en el país y sobre las represalias que el gobierno ha tomado en materia legal, judicial y administrativa.
En ese sentido, la SIP reiteró la necesidad de que los gobiernos respeten la libertad de prensa y de expresión como valores fundamentales de la democracia, e insistió en que es necesario apegarse al postulado siete de la Declaración de Chapultepec: 'Las políticas arancelarias y cambiarias, las licencias para la importación de papel o equipo periodístico, el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión y la concesión o supresión de publicidad estatal, no deben aplicarse para premiar o castigar a medios o periodistas'".