
Cobos reiteró que "fue perseguida" en 1979, cuando era estudiante en la Universidad Católica de Salta. De acuerdo a la versión de Cobos, en la carrera que cursaba "estudiaban siete mujeres y un hombre que no respondía al perfil de estudiante". Cobos afirmó que el "sospechoso estudiante" se relacionaba con Skaf, quien "supuestamente también" estudiaba en la UCS.
Cobos descalificó a Skaf diciendo que "fue formado como policía durante la dictadura militar" y que ese solo hecho es suficiente para relacionarlo con la muerte "de más de 30 mil jóvenes, hoy desaparecidos". Esta última descalificación suena muy exagerada, sobre todo si se tiene en cuenta que Cobos, según sus propias afirmaciones, también "se formó" durante la dictadura militar, como otros cientos de miles de argentinos.
Para Cobos, "el legajo" de Skaf "demuestra que estuvo implicado en los hechos de la dictadura militar", si bien no señala cuáles fueron esos hechos.
No obstante, Cobos juzga como "grave" el que Skaf hubiera mentido sobre su permanencia en Salta durante el año 1978, extremo negado por el funcionario en declaraciones a la prensa.
Cobos finalizó su intervención radial pidiendo que "todos los genocidas digan quiénes son realmente" y que "no se queden callados" cuando vayan a declarar.
Reacción del ministro de Justicia
El ministro Juárez Campos negó que fuera a cesar en su cargo a Skaf. Nosotros no podemos tomar una decisión, si la justicia no nos acerca las pruebas, porque todo ciudadano tiene derecho a defenderse, expresó el funcionario.
"Cuando se acusa a alguien hay que tener la certeza total para no equivocarse, porque es un ser humano y esto le puede llegar a causar un daño grave", por lo que apeló a la tolerancia para estos casos.
Juárez Campos dijo que "nadie niega" que Skaf estuvo en la Policía Federal y reiteró: No se puede acusar a alguien porque lleve un uniforme de policía.