
Tras una cirugía que se le practicara apenas nacida se constató que la menor padecía una malformación grave tipo IV de apple peel con múltiples segmentos estenóticos y mal rotación, esta enfermedad consiste en la pérdida, congénita o adquirida, de una extensa área del intestino delgado que genera inadecuada absorción enteral de nutrientes, y se manifiesta a través de la presencia de diarrea de alto flujo, vómitos frecuentes, etc.
Tras el diagnóstico, la familia viajó a Buenos Aires para consultar a especialistas de la Fundación Favaloro, donde se le realizaron diversos estudios que permitieron determinar que la niña padecía atresia intestinal tipo IIIB (apple peel) con reflujo gastroesofágico severo. La gravedad de esta patología intestinal podría finalizar con un transplante intestinal.
Se le indicó entonces el tratamiento de nutrición enteral domiciliaria diaria, con especificación de insumos, fórmulas y cuidado de enfermería especializada para la colocación y monitoreo de SNG y para entrenamiento familiar de manejo de bomba, preparación y administración de la nutrición enteral.
En Salta este tratamiento domiciliario es prestado por una sola empresa que no tiene convenio con IPSS y que presupuestó el servicio en 125 pesos más IVA por día. La obra social optó por la internación de la menor en cualquier servicio de neonatología pediátrica, por el término que sea necesario, hasta tanto se adquieran los elementos para la nutrición enteral. Pero cuando los padres internaron a la niña en una clínica, se les comunicó allí que no contaban con los implementos necesarios.