
El artículo 113 de esa ordenanza autoriza la entrega de licencias por antigüedad a los choferes de taxis que acrediten una actividad de 20 años consecutivos o 25 alternados. Sin embargo, según la denuncia de Saravia, Isa entregó 70 que tienen por titulares a personas cuya edad oscila entre 21 y 30 años. El candidato a concejal considera que para cumplir con los requisitos, una persona debe contar al menos con 40 años. Para el dirigente radical la situación es grave: Mientras los choferes reales no pueden alcanzar una licencia porque se ven sometidos al trabajo en negro, Isa entregó concesiones a personas que nunca condujeron un auto. Esto no se soluciona ahora con que el intendente diga que no va a entregar más licencias o que diga que la AMT va a controlar lo que antes dejó hacer. En varios casos hay que revocar esos privilegios.
El denunciante también entiende que las adjudicaciones de licencias también violan el artículo 94, que impide que se adjudique más de una licencia por persona. El escrito contiene un párrafo dedicado a la empresa ALECON SRL, de Raúl Ale y Claudio Rafael Del Carlo, a quienes las entidades de taxis vinculan con Isa. Saravia puso en evidencia que las licencias que van del número 1043 al 1055 se corresponden con autos del mismo modelo y marca, tienen patentes correlativas (FPL 100 al 107 incluido y FNV 279, 280, 281, 288 y 289), trabajan en una misma base relacionada con Del Carlo y habrían sido adquiridas por ALECON SRL, aunque otras personas figuran como sus titulares.
Con los remises ocurre otro tanto. Para este dirigente Una cosa era blanquear a los remiseros informales y otra repartir dos, tres y hasta cinco licencias por familia. Ningún vecino puede creer que esto sea normal. Ahora se entiende por qué en cada elección más de mil remises trabajan gratis para el PJ.
Esta situación debería ser investigada por el Tribunal de Cuentas Municipal que, a pesar de que en su momento recibió la copia de los decretos, nunca pidió informes ni observó legalmente los decretos. Algunos tienen los antecedentes en la mano y no hacen nada. Una muestra más de que los órganos de control no funcionan como debieran finalizó Saravia.