
Por el primero de ellos, se modificarían las alícuotas de la coporticipación provincial, bajo el argumento de que las reglas de 1976 han quedado desactualizados ante el desbocado crecimiento demográfico de la ciudad que cuenta ahora con 600 mil habitantes, cifra muy superior a la de los años setenta cuando se aprobó la vigente ley provincial de coparticipación.
El segundo proyecto apunta a incrementar grandemente el impuesto inmobiliario a través de una revalorización de las propiedades situados en el ejido urbano. La idea no es, ni de lejos, nueva. Aparece y desaparece como el viejo río Arias. La utilizó la señora Thatcher, el señor Macri y diversos líderes progresistas y reaccionarios.
Un punto de razón tiene nuestro Lord Mayor: El precio de la generosa y voluminosa publicidad que ha logrado imponer el nombre de Intendencia Isa se ha disparado. Y es lógico que los salteños que ven con simpatía el nuevo nombre de la Intendencia, paguen por la propaganda oficial imprescindible para convencer a díscolos e indolentes.