
En el primer caso, el trascendido, más que a un personal interés del salteño, respondería a las antipatías que en círculos del poder central despierta la figura del señor Das Neves. En realidad, el señor Urubey tiene mucho que hacer aún como Gobernador (entre otras, hacer realidad la esperanza) como para ponerse a pensar seriamente en otros emprendimientos.
El segundo caso es mas trillado. En tiempos de vacaciones, cierta prensa habla primero de los platillos voldores, luego de crimenes pasionales o del baile del caño y, cuando "no queda otra", de falsas candidaturas.
Pero hay mas rumores que atañen a salteños: Mentideros políticos porteños vuelven a insinuar que don Juan Carlos Romero sería el candidato presidencial del peronismo disidente que reuniría al duhaldismo y a un sector del menemismo.
Así las cosas, las fantasias de los cafés del puerto imaginan para el 2011 una carrera presidencial protagonizada por dos salteños.
Dejando de lado tamañas especulaciones, varios paisanos consultados esta madrugada sobre estos rumores, coincidieron en rogar a ambas personalidades que cumplan con sus actuales cometidos y "dejen para mas tarde lo que viene después".