

Pues bien, la diputada nacional por Buenos Aires ha elegido a Salta para pasar sus vacaciones y descansar de las agotadoras jornadas que le tocó vivir dentro del conflicto político que, a propósito de las retenciones agrícolas, dividió y apasionó a los argentinos.
Pero no solo acertó al elegir el invierno soleado de Salta para recuperar energías y ordenar sus próximos pasos políticos, sino que tuvo el buen tino de, nada mas llegar, zambullirse con su esposo en el patio de Topeto Díaz para disfrutar allí de las mejores empanadas del mundo.
Respetuosos de su deseo de descansar, hemos preferido no importunar a Patricia con un reportaje de actualidad.