
La sobriedad de las autoridades, el recinto de la Catedral Basílica y, sobre manera, el mensaje de Monseñor Mario CARGNELLO contribuyeron a hacer de aquel acto un verdadero acontecimiento vinculado con la paz, la justicia y el futuro democrático, antes que una manifestación sectorial.
El Arzobispo de Salta dijo: hoy es un día para hacer memoria y pedir perdón, marcando los hitos por donde habrá que construir el camino de la reconciliación que cierre, sin mengua de la verdad y la justicia, un período traumático que lleva ya demasiado tiempo abierto.