
En los años 90 un gobierno provincial de otro signo político puso fuera de circulación esa cuasi moneda, lo que demandó un importante esfuerzo económico a la Provincia. El descrédito que rodeó al llamado Bono Salteño hizo imposible su restitución por el actual gobierno que optó por el ticket canasta, modalidad discutida y desaconsejada por los organismos internacionales.
El ministro David dijo que la eliminación del ticket canasta podría ser optativa, porque hay empleados públicos que tienen comprometido su salario en efectivo. Según el ministro, el ticket canasta permiten un ahorro de diez millones de pesos a la Provincia. Como todos los funcionarios del gobierno, David dedica algunas horas a atender su ministerio y la mayor parte del tiempo a hacer campaña electoral. Ningún funcionario del gobierno de Salta pidió licencia para trabajar en la campaña y para tomar distancia del manejo electoral de los recursos públicos.
El ministro no mencionó los grupos de intereses que se benefician con la vigencia de ese sistema de pagos y tampoco señala los perjuicios ocasionados a los sectores de menores ingresos los que, como en antiguas épocas del pago con vales, vieron reducidos sus ingresos por la especulación con aquellos Bonos Salteños o con estos ticket.
El anuncio del posible fin del ticket canasta se suma al propósito de derogar la Ley de Emergencia Económica y el de revisar otros instrumentos que se utilizaron en los últimos doce años. Si, al filo terminar, el gobierno está revisando apresuradamente alguna de sus medidas más discutidas para derogarlas la pregunta inevitable es: si ahora es así ¿por qué no lo hicieron antes?