En el primer semestre la inflación en Salta casi triplicó la prevista para todo el año en el país

En el primer semestre del año, la inflación en Salta casi duplicó al índice nacional, previsto por el gobierno de Kirchner para este año el que, asegura, será inferior al 10%. Mientras los funcionarios nacionales siguen negando que haya un proceso inflacionario, consumidores y organismos de estadísticas de algunas provinciales reconocen índices inflacionarios que triplican a los dibujados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. La inflación sube en Salta más que en el resto del paísSegún datos de la Dirección de Estadísticas de la Provincia, entre enero y agosto de este año, el índice de inflación en Salta se sitúa en el 14%, muy lejos del 5% que admite el INDEC. La información fue facilitada por el director de Estadísticas de la Provincia de Salta, Mauro Rosas, quien admitió que ese organismo no tiene datos más actualizados, debido a que, hace un mes, no tiene servicio de Internet y tampoco cuenta con personal capacitado y en número suficiente para realizar sus tareas.

Desde hace años el gobierno de Salta no otorga fondos para mantener las publicaciones en papel de la Dirección de {sidebar id=9}Estadísticas de la Provincia, que fueron un ejemplo en el país. En los últimos años, sólo se podía acceder a esos datos en ediciones digitales de los estudios de ese organismo. Los interesados debían pedir por nota esa información la que, una vez autorizada, era volcada en un CD que debían llevar los usuarios.

Sistema desarticulado


El reconocimiento de estos problemas, por parte del propio director de Estadísticas de Salta, confirma el desinterés del gobierno provincial por ese organismo que es el núcleo del sistema estadístico local sino también por la información pública y la transparencia.

Desde la segunda mitad del siglo XIX, la elaboración de estadísticas fue una preocupación de las incipientes instituciones gubernamentales de Salta, la que fue una expresión de modernidad. La Provincia levantó su Primer Censo de Población en el año 1865, cuatro años antes del Primer Censo Nacional de Población (1869).

El pasado mes de agosto, la Dirección de Estadística de Salta dijo que la inflación del mes de julio había llegado al 3,8%, muy por encima del 0,5% del índice de precios de todo el país, publicado por el INDEC. La inflación del mes de julio en Salta fue la mayor de los últimos cinco años y una de las más altas del país. La semana pasada la directora de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la Provincia de Mendoza, Patricia Giménez, informó al INDEC que la inflación del mes de agosto en esa Provincia había sido del 3,1%, pero el INDEC luego la “corrigió” y dijo que había sido del 1,5%

Pérdida de credibilidad


En los últimos meses no sólo se afectó la credibilidad de las estadísticas elaboradas por el INDEC, se alteraron sus criterios metodológicos y se desarticularon sus equipos técnicos: también se socavó el Sistema Estadístico Nacional, del que forman parte los organismos encargados de elaborar las estadísticas en las provincias.

Aunque los datos oficiales admiten que los precios de los bienes y servicios aumentan más en las provincias argentinas que en la Ciudad de Buenos Aires, hasta llegar a duplicarlos, esas estimaciones no recogen los datos de la realidad sino el interés del gobierno por presentar mejoría en el cuadro económico, social y laboral en base a índices “dibujados”, antes que verificados rigurosamente.

El caso de Mendoza


La funcionaria del gobierno de Mendoza denunció públicamente esta situación y pidió explicaciones a la titular del INDEC, Ana María Edwin. Según la esposa del presidente Kirchner y candidata a sucederle en la presidencia de la República, los índices estadísticos no deben ser tratados como algo sagrado y, por eso mismo, intocables. El gobierno cree que no tiene que respetar el “fetichismo estadístico”. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, cree que en la Argentina no hay un proceso inflacionario. La escalada de precios parece un espejismo dibujado por la oposición.

Siglo XX: estadísticas en Salta


A comienzos del XX, el gobierno de Salta publicó su Boletín Semestral de Estadística, en el que se incluían datos demográficos, climáticos, de salud, educación, inmigración, delitos y contravenciones, transferencia de propiedades, producción agropecuaria, correos y transporte de cargas. En los años de 1930 el danés Cristian Nelson fundó el Museo Social de Salta, uno de cuyos objetivos centrales fue la recopilación y elaboración de datos estadísticos.

Sucesivos gobiernos, de cuño conservador, radical, peronista y desarrollista e incluso los gobiernos de facto, se interesaron en reforzar y mejorar el organismo especializado en estadísticas de Salta. Durante el gobierno conservador la Dirección General de Investigaciones Económicas y Sociales publicó “Síntesis Estadística. Año 1940-1944”. El director de ese organismo, Rafael Loré, fue confirmado por posteriores gobiernos. Incluso por todos los del periodo 1946-1955.

Bajo la dirección de Rafael Loré se publicaron decenas de estudios demográficos, económicos, departamentales, sociales y mineros. En una publicación del año 1949, Loré señaló que esa Dirección insistía en “la existencia de problemas sociales de importancia”. Lo hacía con “sinceridad” desde un organismo del Estado provincial, señalando sin maquillajes el déficit en materia social, “por cuanto estima que la estadística es un servicio público y que la más amplia colaboración popular se hace indispensable frente a problemas que son, precisamente, de eminente carácter popular”.

Así como las soluciones a algunos de esos problemas no se deben ocultar, los problemas que siguen en pie tampoco deben taparse o minimizarse. A la gestión de Loré le continuó la no menos brillante del profesor Alejandro Gauffin, ratificado por todos los gobiernos que se sucedieron entre 1955 y 1968. Las publicaciones de la gestión de Gauffin permanecen como un modelo aún no superado y como una inestimable fuente de información demográfica, institucional, social, económica, educativa y cultural.

El abandono y la destrucción de un sistema estadístico es un equivalente a la derogación de hecho de las normas constitucionales y contribuye a reforzar la anomia que aqueja a nuestras instituciones. Dejar una provincia en orden incluye haber preservado y mejorado su calidad institucional. Obra que no puede exhibir un gobierno que hace ostentación de haber construido edificios, carreteras y puentes, pero que deja un enorme déficit en materia institucional. Incluida las estadísticas y el acceso a la información pública.