
Pero ETA sigue siendo para algunos medios de comunicación el grupo separatista vasco o un grupo separatista; de terroristas no hablan, no. Si esos medios son de Nueva Zelanda, Gran Bretaña o del mundo anglosajón duele, pero duele mucho más cuando estos medios son del mundo hispano, y más concretamente argentinos; lo digo con el corazón.
Esta semana, muy a mi pesar, he podido leer la expresión grupo separatista vasco o grupo separatista en numerosos diarios de su país. Las cosas tienen un nombre y el de unos asesinos profesionales, no es grupo separatista; vamos a usar el lenguaje y las palabras con propiedad, por favor.
A un día de cumplir su 50 aniversario la organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA) lanzó dos ataques en menos de 48 horas. Uno fue en Burgos contra la casa-cuartel de la Guardia Civil; en ella viven 148 familias y ese mismo día dormían, lo digo para precisar, 41 niños de corta edad. Al día siguiente fue en Mallorca donde mandaron en un féretro al cementerio, a dos chavales jóvenes que no llegarán a cumplir jamás los 30 años de edad.
España no vive bajo la opresión y la dictadura franquista ya; España vive bajo una democracia parlamentaria y constitucional. Esa misma Ley máxima que tanto se defiende en Argentina para hablar de República, federalismo, gobierno, legisladores o democracia y libertad. Aquí si es que eso pudiera justificar asesinar no se está luchando contra un Jorge Rafael Videla o un Alfredo Astiz; aquí no se va a buscar gente a sus domicilios para hacerlos desparecer, ni tampoco se les tira drogados, vivos o muertos ya desde un avión. Aquí, hoy en día, los ciudadanos votan libremente y se expresan de viva voz. A pesar de ello, la banda de asesinos a sueldo de ETA ha matado más de 800 personas ya.
Grupos o partidos separatistas los hay, pero son otros. Ellos luchan debatiendo con la palabra en el Parlamento Nacional o en sus Parlamentos Autonómicos; ellos presentan sus propuestas sean estas las que sean, incluido separarse o independizarse del territorio nacional a través de programas y listas electorales, que luego la gente vota en una elección. Así lo hacen y lo hacen sin excepción; muy lejos de los coches con bombas lapa, de las furgonetas cargadas de 300 kilos de explosivos o de pistolas que disparan por la espalda, a la nuca y sin avisar. Ellos, los verdaderos grupos separatistas, pelean con la palabra y con argumentos, y tratan de convencer a su electorado a través del voto en las urnas de una democracia en libertad.
Ayer, y los voy a citar uno a uno para dejar las cosas bien claras, todos esos grupos separatistas aparecieron junto con los demás grupos políticos ante las puertas de sus diferentes Parlamentos; lo hicieron para realizar un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas y condenar la violencia y la muerte con la que los ETARRAS ASESINOS nos siguen obligando a vivir, bajo la dictadura de su terror.
ERC: Ezquerra Republicana de Cataluña; BNG: Bloque Nacionalista Galego; NABAI: Nafarroa Bai, Navarra Sí, en castellano; PNV: Partido Nacionalista Vasco y seguro que me dejo alguno más, estuvieron sin excepción en esa foto condenando a ETA. Todos ellos, sin excepción, buscan desde mayor autonomía, a cierto grado de separatismo o la independencia total. Ninguno de ellos, sin excepción, usa pistolas, bombas o explosivos para matar.
En concreto, y lo señalo porque me parece clarificador, ayer Joan Lladó, el presidente de ERC en Baleares, -un partido de izquierda, independentista, y republicano -, se desplazó personalmente hasta Mallorca para condenar el atentado y lamentar la muerte de estos dos jóvenes miembros de la guardia civil.
Ayer él y los que he citado con anterioridad, insisto, grupos o partidos separatistas de los de verdad, se expresaron así: Vamos a seguir defendiendo la vida y la libertad y vamos a luchar con coraje, determinación y fortaleza democrática contra los terroristas de ETA hasta su derrota definitiva a través de la fuerza exclusiva del Estado de derecho".
Lo dicho: en un Estado de Derecho en el que reina la democracia y la libertad, uno puede querer independizarse o separarse, pero no puede pretender hacerlo matando a los demás. Y si lo hace, y sigue haciéndolo, y se pasa 50 años ejerciendo la violencia, la muerte y la destrucción, es un ASESINO TERRORISTA, y no un separatista sin más.
* Aprovecho para despedirme por unos días, me ausento por vacaciones. En breve volveré para seguir analizando nuevos temas. Eso si, siempre a través de esa letra eñe que identifica, entre otras tantas cosas, el idioma español.