
Obama anunció esta semana la reconstrucción del nuevo orden financiero. En medio de su discurso señaló: muchos estadounidenses compraron casas a crédito sin informarse adecuadamente y sin aceptar sus responsabilidades. Consciente de que las culpas debían ser repartidas, afirmó también: sabemos que esta recesión no es el resultado de un fracaso sino de muchos, y muchos de los difíciles desafíos que afrontamos son producto de una cascada de errores y oportunidades perdidas durante el curso de varias décadas"
Dándole vueltas a la noticia inicial, la de la posibilidad de demoler barrios y reforestar pequeñas urbes llenas de ciudadanos ayer y hoy desiertas, recordé cierta información que leí hace tiempo y tras buscarla encontré la primera gran paradoja del asunto que hoy les muestro.
Según consta en diversas columnas y artículos, en el año 2001 el economista Paul Krugman aconsejó a Alan Greenspan, entonces presidente de la FED, crear una burbuja inmobiliaria que reemplazara a la burbuja del Nasdaq, la tecnológica. ¡Qué curioso!, pensé mientras tiraba de archivo: ahora reforestamos lo que el último premio Nobel de Economía aconsejó en su momento a la persona que presidía el organismo que ha salido más reforzado que nunca tras la reciente reforma financiera presentada por Obama.
Si lo recuerdan, en el 2002 Estados Unidos estaba inmerso en una profunda recesión económica a resultas del estallido de las puntocom y de los atentados del 11-S. La receta de Krugman fue entonces, tal y como muestra su columna del New York Times de aquellas fechas, la siguiente:
"Para combatir esta recesión, la FED necesita contestar con mayor brusquedad; hace falta incrementar el gasto familiar para compensar la lánguida inversión empresarial. Y para hacerlo, Alan Greenspan tiene que crear una burbuja inmobiliaria para reemplazar la burbuja del Nasdaq".
En otras palabras, Krugman animó y apoyó la brusca bajada de tipos que aplicó Alan Greenspan entonces a cargo de la FED - para salir de la recesión a través de una expansión del crédito. Todos los analistas coinciden ahora que dos de los principales culpables de la crisis que padecemos fueron aquella política monetaria y la ingente expansión del crédito.
Vayamos a por nuevas burbujas y paradojas: Krugman que en la actualidad asesora a Obama (dicen que también lo hace con Zapatero), ahora anima a la FED y al gobierno norteamericano a crear durante años una inflación alta. Aconseja esta medida no sólo a Estados Unidos, sino también a los gobiernos europeos.
Según él y otros economistas de corte keynesiano, una inflación elevada facilitaría el pago de la deuda pública y privada - y al subir los precios, se estimularía el consumo y el crédito.
Vuelvan al principio del artículo y piensen sobre todo esto. Los expertos ya hablan de la próxima burbuja: dicen que es la deuda pública. Advierten, que todos aquellos que puedan, recurrirán a una inflación alta para conseguir trasladar el coste de la crisis a sus acreedores. Frenar la inflación será la próxima tensión a la que nos enfrentemos.
Yo espero que entonces venga Krugman y recomiende a la FED y demás gobiernos, la próxima burbuja. Eso y que nuestros ayuntamientos si ya no nos queda nada, nos reforesten.