
Hace una semana el Presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, usó un Falcon de las Fuerzas Armadas para ir a un mitin del PSOE en un pueblo de Andalucía. Rápidamente los medios y la oposición, que están que saltan, criticaron con dureza el uso o de bienes o recursos estatales que se supone corresponden sólo a la Presidencia y no a candidatos o actividades partidarias para clavarle en la yugular socialista eso de la progresía, la justicia y la ética. Los portavoces y ministros de Zapatero salieron en tropel a replicar que Jose María Aznar había hecho lo mismo una vez, y Aznar que si le pinchas salta, ya saben como es adjuntó una serie de facturas pagadas por el PP que se supone demostraron que alquiló y pagó, con dinero del partido, el famoso Falcon de su desplazamiento.
Factura en mano y fotocopiada en la prensa, hubo que recurrir al más genérico bueno, Zapatero ha hecho lo que hacen todos los Presidentes y para reafirmar que los del PSOE y el gobierno están en lo cierto y que aquí nadie reconoce un error salvo que lo quemen en una parrilla como a San Lorenzo, Zapatero ha vuelto a viajar a un mitin del partido a Asturias, en otro Falcon. O sea, para chulo yo; algo que es muy hispánico, por cierto.
Es evidente que el Presidente del Gobierno lo es y todo el tiempo; es evidente también que la seguridad y la protección deben ser máximas y especialmente en un país como el nuestro, en que una organización terrorista como ETA te pone un bombazo en cualquier momento. Ministros, presidentes autonómicos, y demás altos cargos viven entre autos blindados, escoltas, comitivas y demás parafernalias pagadas por el Estado, o sea por todos, pero en algún sitio y si no es con el sentido común habrá que hacerlo con una ley que lo deje claro debe establecerse la línea que separe y distingue Estado, gobierno, partidos, presidentes y candidatos.
Es necesario hacerlo para empezar a proteger a esos pobres ciudadanos, nosotros, que estamos pagando todo tipo de abusos y dispendios; que después de soltar la pasta a través de nuestros impuestos, observamos atónitos como un montón de privilegiados con muy poca prudencia, saltan de la crisis y la austeridad al yo me lo gasto todo sin que podamos decirles: hasta aquí, ya basta.
El otro día para dar explicaciones sobre el asunto en el Congreso, menos mal que Zapatero no aterrizó en Falcon y fue en auto. Eso si, una vez dentro, dijo que por responsabilidad y respeto a los ex presidentes y a los presidentes futuros no contestaría directamente a las preguntas del líder de la oposición. Pues mire señor Zapatero, yo le pido que además de a los ex presidentes y futuros presidentes del gobierno, le tenga respeto a los ciudadanos que queremos que responda a todo lo que le pregunten y además lo haga claro y alto. .
Es más, no quiero sólo las explicaciones de Zapatero; quiero las de todos aquellos, sean del partido que sean, que han pensado que esto de gobernar o tener un alto cargo tiene pocas servidumbres y muchos privilegios. Quiero explicaciones sobre la austeridad, el sacrificio y la mesura que debemos poner todos para no despilfarrar por un lado lo que ahorramos por el otro y para poner por fin límites, no sólo al mercado y el capitalismo exacerbado, sino a toda clase de semi-democracias manejadas por políticos, que se han creído que Dios ha venido a encarnarse en ellos para dirigir los destinos de una masa de ciudadanos imberbes.
Y si esto no tiene freno, propongo que un arrebato de locura los ciudadanos salgamos a la calle a exigir nuestros derechos: un Falcon y un Tango 01, pero para cada uno de nosotros. A mí sin ir más lejos, me vendría estupendo desplazarme en él para ir a votar en los próximos comicios a tanto candidato que anda suelto.