
Me puse a pensarlo en serio y me entraron escalofríos. ¿Qué está ocurriendo realmente? ¿Qué hay detrás de tantas noticias y titulares? ¿Tenemos derecho a una mínima esperanza para el 2009, o quizá es mucho pedir?
Yo personalmente me espero lo peor la verdad. No tengo fe en casi nada, y eso que mi trabajo diario tiene que ver mucho con los bancos y las finanzas, o ¿será justamente esa la causa? Uno lee, y no se aclara, uno lee más y se aclara aún menos. Mi sensación no sólo es que falte lo económico que es fundamental sino también otros muchos pilares básicos sin los cuales, no podremos salir bien parados del desastre monumental en que nos hemos metido entre todos. Si, entre todos, esa es la cruda realidad.
En medio mundo los gobiernos andan actuando como inversores magnánimos, los inversores de antes, los de siempre, han perdido todo y más de de su potencial, los bancos, en los que confiábamos, casi se han transformado en delincuentes, y el ciudadano medio ese que está más alejado del circuito oficial de los flujos de dinero, observa atónito esta obra de teatro infernal que estamos representando, y comprueba cada día si tiene todavía trabajo y dinero para pagar sus deudas o no.
Allá a lo lejos se habla de la esperanza Obama, de que de esta seguro que también saldremos, y de que juntos y a ritmo de we also can refundaremos los sistemas para llegar fortalecidos a un mundo mejor. ¡JA! me río, por no llorar la verdad.
Digo por no llorar, porque aquí viene la noticia que ha motivado mi columna en realidad, una que pertenece a mi panorama nacional, a ese de con Ñ de España que titula mi columna. Ahí va
Hoy mismo en el Consejo de Ministros, vía decreto así sin más el Ministerio de Economía y Hacienda ha rebajado la tributación de los directivos y socios de las entidades financieras cuando obtienen rendimientos de capital mobiliario de sus propias entidades, de tal forma que, con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2008, dichos rendimientos tributarán al 18 por ciento y no al tipo marginal que correspondía a estos contribuyentes, que era del 43 por ciento.
¿Nos hemos vuelto locos o qué? ¿No era que teníamos un gobierno socialdemócrata y de izquierdas? No comprendo, bueno si comprendo, y por eso tengo vergüenza ajena y propia y grandes dosis de indignación.
No quisiera alentar los disturbios y la violencia, pero la verdad, estos es para que los 40 millones de españoles, a excepción de los banqueros claro está, nos echemos a la calle hoy mismo, e imitando a los griegos, reclamemos a las autoridades, al menos algo de respeto a nuestros derechos y a nuestra dignidad ciudadana.
No tengo esperanza, no. Así, con este tipo de decisiones y con esta impunidad, es como nos han hecho perder el dinero, la confianza, y lo que es peor, andan jugando todavía con nuestra paciencia y nuestra esperanza. La nuestra, si, la de la gente. Somos nosotros realmente quien pusimos de nuestros bolsillos gran parte de lo que se ha evaporado, y nos tocará nuevamente poner para vía impuestos, pagar para tanta inyección pública y tanto rescate salvador.
Les deseo Feliz Navidad a todos, y sinceramente, que el 2009 si va a ser como este o peor, pase pronto por Dios.