Si nos detenemos a mirar más profundamente, seguramente descubriríamos que esta no ha sido una batalla entre el bueno y el malo. Obama parece claramente el favorito, no tanto porque McCain haya en si mismo fracasado, sino porque inspira más un futuro que un pasado. Supongo que valores tan arraigados en los yanquies como el patriotismo y la entrega, serán también muy valorados en McCain.El tiempo ha jugado también a favor de Obama. Desde el 11 de Septiembre de 2001 hasta ahora, a los norteamericanos les han ocurrido demasiadas cosas malas como para que no deseen enormemente pasar página
¿Qué puede nacer de esa victoria? Las expectativas son enormes las certezas pocas.
Sin embargo, muchos esperamos que de la campaña que acabó ayer no salga por ejemplo un gobierno revanchista de izquierdas que premie o castigue con arbitrariedad ideológica, ni uno de derechas que se inmovilice profundizando errores básicos y muy graves sobre los que se viene desde hace tiempo caminando. Seguramente, y eso me alegra nacerá también un país más unido y cohesionado.
¡Suerte a los norteamericanos!, porque a pesar de que algunos quieran negarlo, su suerte seguirá siendo también la de todos.