
Veamos cinco claves de esta Operación Rescate
Cito una descripción que encontré en un diario económico y que me pareció muy gráfica: Las arterias del sector financiero están atoradas y a punto de colapsar el conjunto de la economía. Por eso, desde Wall Street se clama a la élite política en Washington para que no se atasque en debates ideológicos y encuentre una solución urgente a sus diferencias sobre el plan de rescate diseñado por la Administración que preside George Bush. Wall Street quiere que empiece a fluir el capital. La negociación entre demócratas y republicanos, a contrareloj, se centra en la cuantía del plan de rescate, su destino final (el sector financiero o el conjunto de los ciudadanos), su coste para los contribuyentes y los mecanismos de control para evitar desmanes.
Aquí van las cinco claves del plan:
- Montante: el Tesoro, con el respaldo de la Reserva Federal, pide autorización para poder movilizar hasta 700.000 millones de dólares (479.000 millones de euros) para comprar a los bancos activos contaminados por las hipotecas basura, y tenerlos fuera de sus balances hasta que vuelva la normalidad al mercado.
Los demócratas propusieron concederlos de forma gradual.
Los republicanos no quieren dar un cheque en blanco para pagar los abusos de los banqueros.
- Compensación a ejecutivos: existe un acuerdo, aceptado por el Tesoro, para limitar los sueldos y compensaciones de los ejecutivos de entidades que participen en el plan. La dificultad está en establecer a partir de que momento se aplica esta medida, que estaría basado sobre la noción del "riesgo excesivo" que asumieron a la hora de gestionar las inversiones.
- Retornos: los legisladores están de acuerdo en que si se moviliza dinero público, el contribuyente debe tener algún tipo de retorno si los bancos participantes obtienen beneficios fruto del rescate.
- Ayuda a propietarios: los demócratas quieren que el plan de rescate no mire solo al sector financiero, al que señalan como responsable de esta crisis. Y proponen incluir medidas para dar un balón de oxígeno a los propietarios que se están topando con dificultades para preservar sus viviendas. Además buscan que parte de los beneficios generados por el plan nutran un fondo para promover viviendas a un precio asequible, una iniciativa que irrita a los republicanos.
- Supervisión: el plan original otorgaba al secretario del Tesoro, Henry Paulson, poderes sin precedentes para manejar esa suma masiva de dinero público. Pero en las dos alas del Capitolio quieren estar seguros de que el dinero del contribuyente se usará de la forma adecuada y que el plan funcionará. Para darle transparencia se quieren crear dos comités de supervisión independientes, que pueda intervenir en el proceso en caso de que no se consigan los objetivos.
Pero el trabajo no concluye con el documento, y el éxito o coste final del plan. Luego todo dependerá de cómo el Departamento del Tesoro lo ejecute. En caso de que se autorice la compra de activos tóxicos, la clave estará en el precio que se ponga a ese crédito contaminado del que quieren desprenderse los bancos y si verdaderamente se podrá recuperar parte de la inversión del Tío Sam.
La aprobación del plan de rescate no debe ser más que el principio de un proceso de transformación de un modelo que ha demostrado su fragilidad en algunos de sus pilares básicos.
En particular, es imprescindible reformar el sistema de retribuciones, que es el origen de un sinnúmero de atropellos éticos, tanto por arriba como por abajo de la escala salarial.
Tan grave es que un banquero incompetente se lleve a casa varios millones de euros como que cualquier secretaria de una firma de inversión se quede sin los ahorros de toda su vida porque las acciones de su empresa que ella creía seguras se desploman sin remedio.
El segundo aspecto que merece una reflexión profunda es la opacidad de las transacciones financieras, que es la raíz primera de los problemas de la hipotecas basura. Sin transparencia, el mercado se convierte en una finca para el uso y abuso de unos pocos privilegiados que la explotan en beneficio propio.
Nada será como antes. Ni el sistema financiero mundial ni el capitalismo que lo ampara seguirán inalterables después de esta crisis. Menos todavía en EEUU, con sus bancos de inversión ingresados en urgencias y sus aseguradoras y entidades hipotecarias gravemente enfermas.
En Europa el presidente más claro ha sido Nicolás Sarkozy que rechazó radicalmente que los ejecutivos reciban acciones gratuitas o indemnizaciones millonarias cuando conducen a sus empresas al fracaso y reclamó que su remuneración esté relacionada directamente con los resultados que obtiene la sociedad.
Sarkozy distinguió, entre la crisis financiera y la del capitalismo. "La crisis financiera es la crisis de un sistema que ha traicionado al capitalismo", aseguró. Y apeló a la refundación del capitalismo con la ética del esfuerzo y del trabajo. Para ello, pidió un nuevo Bretton Woods (busquen en wikipedia, es un acuerdo al que se llegó en el periodo final de la segunda guerra mundial), que revise todo el sistema financiero y monetario actual.
Una de las consecuencias más visibles de la crisis está siendo el acercamiento del sistema financiero americano al modelo europeo de "banca universal". El cambio en ciernes -ya perceptible en la reciente decisión de Goldman Sachs y Morgan Stanley de transformarse en entidades de crédito en vez de seguir como banca de inversión, y quedar bajo la supervisión de la Reserva Federal- será que cualquier actividad financiera que entrañe potencial riesgo sistémico -como muchas de las hasta ahora desarrolladas por dichos bancos de inversión- quedará reservada a las entidades de crédito, que sólo podrán desarrollarla con sujeción a las estrictas reglas de solvencia y de supervisión bancaria.
Un principio de la democracia parlamentaria, el de no taxation without representation: es decir, quien paga un tributo tiene derecho a controlar a quien se lo exige, debe empezar a aplicarse a la banca. De esta forma quienes pueden verse forzados a rescatar a una entidad en crisis, deben tener derecho a controlarla y a limitar los riesgos que esta asuma".