A problemas globales, ¿soluciones globales?

En 1944 antes incluso del anuncio oficial de la Segunda Guerra Mundial, 44 países se reunieron en Bretton Woods (Estados Unidos) para diseñar y articular un sistema que lograra la multilateralidad. Era preciso levantar puentes, fomentar las relaciones económicas internacionales, aportar al mundo estabilidad financiera. Muchos consideran hoy Bretton Woods, como el precursor de la actual globalización. La economía globalSesenta años después, Bretton Woods es recordado debido a la crisis financiera mundial actual, y el riesgo que la debilidad extrema del dólar supone para la economía del planeta. Muchos piensan que ha llegado el momento, de nuevo, de adoptar acuerdos y soluciones globales para estos problemas y crear las bases de un futuro más estable para todos.

Lo que ocurrió en 1944, las circunstancias de entonces, es cierto que no se parecen en nada a la situación actual a la que nos enfrentamos. Algunos piensan que es precipitado aludir o hacer un llamado a acuerdos del tipo de Bretton Woods, otros, sin embargo, ven necesario que se produzca algún movimiento en este sentido, puesto que el fondo, la intención de un acuerdo global sería el mismo que el del 44 pero adaptado en forma y sistemas prácticos al momento presente.

Hoy se ha sabido en fuentes del mundo de las finanzas y la economía, que en marzo pasado, coincidiendo con el rescate del banco Bear Stearns, realizado por la Reserva Federal estadounidense y por el JP Morgan, se diseñó un plan de emergencia para “intervenir” el mercado de divisas si el dólar hubiera agudizado su desplome.

Este plan de emergencia, que finalmente no se activó, habría estado diseñado e integrado por representantes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por miembros del Ministerio de Finanzas de Japón, y por ejecutivos del Banco Central Europeo.

De haberse producido actuación alguna, hubiera representado la primera intervención coordinada de autoridades de EEUU, Japón y Europa en el mercado de divisas desde el año 2000, cuando apoyaron la cotización del euro, y también – aunque de manera menos oficial – hubiera recordado a Bretton Woods y el año 1944.