
La CTA, central obrera afín al Frente Sur de Pino Solanas y Claudio Lozano, también estuvo presente. Ellos, priorizando el contra quién de la Ley, no repararon en el instrumento de manipulación comunicaciónal que generará la Ley. Olvidaron, por ejemplo, que la dirección de Tristán Bauer en Canal 7 y también en el Canal E del Ministerio de Educación, al comienzo de su gestión, utilizó como caballito de batalla a las películas documentales de Pino; historia del saqueo y la dignidad de los nadies, para acercar público a los canales del Estado. Pero cuando al cineasta, se le ocurrió tocar temas en sus películas, como la minería y los trenes, entonces adiós Pino de las señales oficiales.
Otros partidos de izquierda debieron también mirar la ley con un solo ojo, en un solo sentido, y con un único fin: el del mal llamado monopolio Clarín. Por que si hubieran mirado tan sólo una tarde el Canal Público, el fútbol para todos, el escándalo publicitario del Gobierno y la hegemonía que pretenden con ésta y otras leyes, les hubiera costado mucho apoyarla. El socialismo no estuvo con una presencia importante en la plaza, pero en el recinto tuvo a través del senador Justiniani la posición más equilibrada. No comulgó ni con el gobierno, aunque votó la ley en general, ni con las concentraciones, no votando en particular varios artículos, pero que no afectaban la desmonopolización.
Como toda ley, cara a la pretensión de poder del gobierno, se transportó miles de manifestantes, grandes escenarios, animadores, músicos, todo regado con abundantes bebidas -baratas- en apariencia sin alcohol, en realidad es difícil acertar. Las caras de esas personas, con el correr de las horas, cambiaron sensiblemente. Fueron muchas horas, demasiadas, los llevaron muy temprano a la plaza, intentando repetir aquel entorno de la votación por la 125, pero esta vez sin contrapartida de una reunión espontánea de ciudadanos. Pero lo execrable no quedó sólo fuera del recinto. Dentro de él las exposiciones de varios legisladores era muy difícil calificarlas de democráticas. Pasearon desde la obediencia debida al oficialismo, aceptando errores en la Ley, pero no cediendo a ninguna modificación. Hasta la ceguera más absoluta, tomando la ley como el gran logro democrático del gobierno.
El recorrido de discursos tuvo como posiciones destacadas: a Jenefes apoyando pero muerto de miedo por el multimedios familiar, a Romero en contra y muerto de bronca, también por el multimedios familiar. Pero también hubo en el oficialismo coherencia y sensatez, por ejemplo en Fabián Ríos, que asumió como un serio error, el Decreto 527 que permitió la unificación de los cables del Grupo Clarín y del cual él participó. La bella aún Sonia Escudero, a pesar del trajín legislativo, fue la más serena, segura y contundente de todos los oradores en la batalla por la ley. Su exposición, por momentos categórica, desvirtuó todos los argumentos del oficialismo. Si bien en el fondo no iba a cambiar las incambiables voluntades kirchneristas, dejó un concepto irrefutable cuando dijo en la única oportunidad en que una ley de radiodifusión fue retroactiva, ocurrió en 1957; las licencias caducaron para muchos medios, cuando comenzó la Revolución Libertadora es llamativo que a esta ley que actúa de igual modo le llamen de la democracia
Por supuesto no faltó la alusión al muerto en el Ropero del Gobierno de Corrientes, por lo cual la Senadora Sánchez cambio su posición, a una exactamente opuesta, luego, de tildar a la ley como una suma de poder y avance del kirchnerismo sobre la libre expresión y la prensa a la postura de votar a favor de la aprobación, por ser lo mejor para mi provincia situación por la que Gerardo Morales pidió se labre en actas una denuncia contra la senadora por incurrir en delitos, agravados por su función. Morales hizo un discurso que aunque politizado, no perdió en ningún momento su sentido común. Destacó la inconstitucionalidad, la discrecionalidad y las trampas existentes en varios artículos, que no sólo amenazan la libre expresión, si no que podrían generar demandas y juicios posteriores, que difícilmente la Corte avalará, en función de antecedentes anteriores. El valor de opositores como Morales estuvo dado, no sólo en su compromiso con una ley democrática, si no también en que pese a su vehemencia, era conocedor de que iba a perder y sin embargo luchó.
Y quizá el término lucha, batalla, contienda; sea al que más se apegó el tratamiento de esta y otras leyes. Y en ese concepto se apoyó el discurso del senador Sanz. Después de aquella noche del voto no positivo de Cobos, en la que Sanz fue fundamental, haciéndole tomar conciencia y por que no valor, al Vicepresidente de la Nación. En esta oportunidad no se esperaba menos, pero no fue así. Valor, compromiso y vehemencia no le faltó, pero transparentó un lado más humano y hasta vulnerable, desconocido en este tipo de contiendas. Dijo que para este gobierno todo era reducido a una batalla, pero que además en cada una de esas batallas, dividía entre buenos y malos. Y nadie sabe con qué autoridad moral, siempre el gobierno se ponía del lado de los buenos Se preguntó también por qué no se podía tratar una ley sin dividir, sin perjudicar a la sociedad, por que no se podía debatir una ley, cualquiera que sea, que al final beneficie a la gente terminó su exposición, más amargado, que enojado diciendo no vengo de un buen día, por tres votos oficiales ayer, un Juez con más de 70 pedidos de juicio político, muy cuestionado, hoy sigue siendo Juez en Campana (por Fasionatto Márquez). Los legisladores que hoy combaten a los monopolios, hace poco aprobaron leyes para beneficiarlos, mientras que nosotros votamos en contra por eso valoro la valentía de Fabián Ríos que reconoció lo del Decreto 527, lo vamos a extrañar Senador
Por último el ultra kirchnerista Pichetto y jefe del bloque oficialista, sabiéndose ganador en esta y con más soberbia de la acostumbrada. Desdramatizó, fue un libro abierto para responder a cada una de las demandas de la oposición, todo el tiempo sobrando la situación y hasta con cierta displicencia a los reclamos de modificación. Pero ante la duda, de que esta Ley- más allá de la obsesión de Kirchner- terminé siendo como muchas otras, letras vivas o muertas, dependiendo de a quién se le aplique. Abrió el paraguas a seguras modificaciones futuras y por supuesto se acordó de las telefónicas- caras a los sentimientos de Néstor Kirchner- que con los avances tecnológicos habrá que tenerlas en cuenta.
Finalmente quince horas después se votó, ganó la aprobación con cuarenta y cuatro votos a veinticuatro, DElía festejó en la Plaza fuera del Congreso; como si Kirchner le hubiera convertido un penal a Magneto. Los jóvenes militantes que aguantaron hasta el final, algunos pertenecientes a Grupos sociales y sus líderes, bailaron y cantaron en el escenario armado para la ocasión. No faltaron todo tipo de cantos, de esos retrógrados, que ya deberían estar superados, como Patria si, colonia no
Es difícil para ser honestos saber, adivinar, presentir, poder trazar una realidad luego de tanta simulación. Se trató, se luchó, se dilapidaron recursos y esfuerzos, se sacaron miserias a la luz, por casi un mes se olvidaron de la verdadera miseria y el gobierno obtuvo su Ley de Medios Audiovisuales.
En una parte de su sentida exposición el Senador Sanz dijo si seguimos con la teoría de dictar leyes, como gestas, como batallas entre buenos y malos, nunca vamos a sesionar para la sociedad tengo la sensación, que esta va a ser una de esas oportunidades, que el que gana, en realidad pierde y el supuesto perdedor-para la gente- se sentirá como el ganador Fueron en total 15 horas de debate y cobertura periodística, luego vino el tratamiento de cada artículo, lo que prolongó la aprobación por 4 horas más. Nos podríamos quedar en el análisis de cada uno de los artículos, incluso de los más conflictivos. Pero en esta columna prefiero mostrar la imagen, las sensaciones, los sentimientos, por ese lugar, ese recinto que debería ser honorable, el Senado de la Nación.
Muchos legisladores mostraron en sus discursos, el país que les gustaría sea la Argentina, pero también el periodismo que quisieran tener. El Senador de Catamarca fue lamentable y no pudo evitar traslucir sus sentimientos por la prensa. Habló de TN, señal que recién iniciaba sus actividades hace 15 años y asociada a La Voz del Interior de Córdoba, habían descubierto los entramados de la muerte de esa joven y con ellos habían destruido a su gobierno. Sería incorrecto periodísticamente calificar, no sólo las palabras, si no los pensamientos de Saadi. Pero sí su resentimiento por el periodismo, pasa por que sus investigaciones dieron con los involucrados, estos eran del entorno del poder provincial y por eso sobrevino el fin de su gestión; cabe preguntarse ¿qué tipo de periodismo quiere? Por otra parte y en memoria de lo que fue un hito, para terminar con el feudalismo familiar en la provincia; la muerte fue en realidad: abuso y homicidio y la joven se llamó Maria Soledad Morales.
Pero más allá de la aprobación, que increíblemente la Presidente esperó que se produjera, para firmar el decreto y promulgarla-cuando la Constitución fija un plazo de 10 días- antes de embarcarse en un avión rumbo a la India. Esta Ley hoy aprobada, deja más interrogantes que certezas. También deja a un valioso grupo de legisladores y políticos, que a lo largo del todo el tratamiento supieron encontrar, la línea exacta de la justicia. Sin atacar en vano al gobierno y tampoco inclinando su posición a los intereses económicos de los Multimedios. La senadora Estensoro, con una gran capacidad de debate, sin alejarse del tema central, el Senador Justiniani por el socialismo, que si bien estaba en contra de los multimedios, tampoco aprobó esos artículos que arbitrariamente los perjudican. En el radicalismo todos sus exponentes y de distintas lineas internas, incluso algunas que no son demasiado claras; tuvieron y le dieron una gran altura al debate legislativo.
Por lo demás, hubo a lo largo de toda la votación en general y en particular, un núcleo duro, un promedio de 40 Legisladores (qué casualidad 40, no?, aunque en realidad son más) que por convicción-como lo destacó Morales llamándoles los Ultra- por cooptación, por dependencia, por conveniencia, por beneficios, por amenazas y algunos por que en otra fuerza política no podrían ser Senadores; votaron todo acompañando al proyecto.
Para el final dejé a los opositores salteños, una que le hizo honor a su función legislativa y al recinto y el otro que solo le preocuparon sus propias prioridades. El Senador Romero que en una parte de la votación por no estar de acuerdo con el texto del artículo, pidió la palabra y dijo esto no tiene fundamento alguno, como se ve que los que hicieron esto no saben nada de medios y contenidos (él si) bueno yo como vengo votando todo desde el comienzo también lo voto en contra . Al menos de la visión de un periodista, no es bueno, idóneo y correcto, votar en contra tan solo por ser opositor, en particular por que había artículos que produjeron gran consenso.
Por último la legisladora, que desde el trabajo mismo en comisiones, luego en el plenario, después en la discusión en general y por último en el tratamiento particular; más se destacó. Con absoluto rigor constitucional analizó, incluso en todas las oportunidades en las que objetó un artículo, el resto de los opositores de distintos signos políticos hicieron suyas sus palabras. Esa fue la Senadora Sonia Escudero. Mostró claridad conceptual, apego a la ley, compromiso con el cuerpo y el recinto, pero sobre todo una visión de país, que a los autómatas del oficialismo cada vez que apretaron el botón del si poco les interesó. Cerró su discurso diciendo el artículo 161 va en contra de cinco artículos de la Constitución, en contra del Pacto de San José de Costa Rica y de todo los tratados internacionales del derecho de propiedad, sí aprobamos esto, además de las acciones legales, vamos a comprobar por que los capitales se fugan, por qué nadie quiere invertir y modernizar y por qué a nuestros vecinos les va bien y crecen y nosotros no . Belleza, inteligencia, idoneidad y compromiso con la Nación, eso necesitamos, aunque podemos prescindir de lo primero.