Las condiciones 'están dadas'

Uno de los elementos que definen más claramente al matrimonio Kirchner es el dinero. El dinero rige su forma de hacer política y alianzas, sus argumentos ideológicos y, lamentablemente, sus “escándalos” dentro de eso que se llama la esfera privada. Otra de las características tanto del matrimonio como del gobierno, es que más que “economía” hacen “política” con lo económico. Contradictoriamente exigen, que de someterse a revisiones por parte del FMI estas sean técnicas y no de política económica. Será difícil, no sólo por el propio FMI, sino por una presidente que somete hasta al último ministro de su gobierno a directrices políticas, sin dejarles casi independencia y gestión eficaz en sus carteras respectivas. El ministro Boudou y el FMIAyer leí sobre un economista profesor de la Universidad de Nueva York, - Nouriel Roubini – que advertía sobre los peligros de las últimas subidas de los mercados de renta variable y de materias primas: Él defiende – yo coincido – que los mercados están subiendo demasiado rápido y que hay riesgo de una corrección. Cuando esta se produzca, entraremos en una recuperación en "U", y no en "V".

Eso de la "U" o de la "V", para los que no siguen mucho esto de los mercados o la economía, significa de forma sencilla que una "V" tiene un lado que baja en picado y otro que sube como la espuma y sin embargo una "U" tiene un lado que baja en picado, una curva casi plana y más tarde, otro lado que sube. O caes y recuperas muy rápido, o caes, te mantienes plano en medio de dificultades y con el tiempo, te recuperas y subes.

Y ahora al hilo todo lo anterior veamos al matrimonio Kirchner, a Boudou y al FMI. Nada más lejos de esta columnista, querer sacralizar al FMI. No estoy ni estaré diciendo que ese organismo sea perfecto: es lo que es, y punto (y lo va a seguir siendo).

¿Por qué se acerca el gobierno al FMI?: por lo mismo que caracteriza a los Kirchner: porque necesita urgentemente plata.

¿Por qué Boudou hace una declaración en “V” y dice algo eso de que “existe un nuevo Fondo Monetario Internacional”?: pues por varias razones

1.- La primera porque “si no fuera nuevo” no habría nadie que entendiera y aceptara que después de demonizarlo cual Belzebú, se acerquen ahora a él para negociar y obtener dinero.

2.- La segunda porque para mantener el hilo de la “línea ideológica” del gobierno (que suele ser en “V”) antes el mundo era una asco que se nos apareció para fastidiarnos y ahora todo es bien distinto porque es multipolar y el FMI nuevo.

3.- Y la tercera, porque haciendo política que no economía, se acercan a un organismo más económico que político, y se acercan de la mano de un ministro de economía que recibe más instrucciones políticas que técnicas. El acercamiento además quiere hacerse, sin acoplarse a las reglas del grupo, sino acoplando al grupo a las nuestras.

Es algo así como lo de la “la transformación de la realidad” que tanto les gusta usar a los Kirchner en política, o ciertos aspectos de la nueva Ley de Medios pero aplicado a otro ámbito.

La madre del cordero de las negociaciones parece ser el famoso Artículo IV: todos los países pasan por la evaluación del FMI y esta es realizada de acuerdo a las directrices que dicho organismo estipula. Así lo ha expresado – con diplomacia, por cierto – el chileno Eyzaguirre; En concreto ha dicho: “Argentina es socio del organismo lo que quiere significar es que, como en un club, debe someterse a las mismas reglas que todos los demás. Participar en un club para escuchar lo que dicen los demás sin decirles lo que uno está haciendo, resulta bastante raro”.

Boudou en nombre del gobierno pide que los informes sean efectuados por técnicos confiables” y de perfil técnico (yo diría en cristiano, perfil bajo) y que cuando lleguen a Argentina, sólo consulten al gobierno y a sus fuentes pero no a la oposición ni al sector privado y mucho menos a los medios. Da la sensación que a los Kirchner les preocupa más que lo que los técnicos del FMI encuentren y piensen, lo que den a conocer y se publique. 

La obsesión por el “relato”, la “transformación de la realidad” y el “tapar el sol con las manos” podrá - siendo cortoplacistas – mantener y beneficiar a este gobierno o a cualquier otro, pero sin duda siempre perjudicará al país en el medio y largo plazo.

Insisto: no digo ni que el FMI sea santo ni perfecto; ni siquiera digo que tenga razón en su proceder o sus argumentos. Sólo digo algo sencillo y básico: cuando un modelo funciona para un país, - sea cual sea ese modelo – se refleja sin duda alguna en sus cifras, indicadores y resultados. Y eso, ningún gobierno quiere ocultarlo o pone trabas para mostrarlo. Al revés, todos se matan por exhibirlo y enseñarlo.

¿Las condiciones "están dadas"?: por supuesto. Pero, como ocurre en otros ámbitos, no son tampoco en este, las que el gobierno está contando con su relato.