Videlita, Videlita, devolvé la medallita

El estribillo -que forma parte de la aún inédita antología del folklore peronista- recuerda la censura popular al general Dalmiro Videla Balaguer, distinguido por Perón con la Medalla de la Lealtad, por su actuación durante el alzamiento del 28 de setiembre de 1951 comandado por el general Benjamín Menéndez. Diputado nacional Osvaldo SalumCuatro años después, con ocasión de la Revolución Libertadora de septiembre de 1955, don Dalmiro se pasó con armas y bagajes al bando contrario, mereciendo la repulsa popular en forma de irónico estribillo.

El caso es que la votación producida esta madrugada en el Senado ha servido, entre otras cosas, para dejar en un clarísimo off-side al diputado salteño Osvaldo Salum, cuyo voto a favor del proyecto del Poder Ejecutivo fue rotundamente desautorizado por la votación de los senadores nacionales por Salta, que, como se sabe, rechazó unánimemente la iniciativa gubernamental.

Puede que el diputado Salum pretenda acogerse ahora al estatuto de "espíritu libre"; puede también que entonando el acto de contrición de la Novena del Milagro pretenda volver al redil, pero -mientras- bien podría ir pensando en devolver la medalla de oro con que el Senado de Salta lo distinguió por su buen hacer parlamentario.