Los actos de ayer en la ciudad de Buenos Aires, además de la abrumadora presencia de ciudadanos apoyando al campo y a todo lo que ese rótulo genérico engloba, mostraron la ubicación mayoritaria de los salteños y sus representantes políticos.El Gobernador Urtubey, sin emitir excusas redundantes, faltó a la cita de Plaza de Mayo en donde se defendían posiciones claramente contrarias a los intereses generales de Salta.
Los diputados nacionales que representan al pueblo de la Provincia estuvieron, a su vez, donde era previsible: La mayoría votó en coincidencia con aquellos intereses. Dos optaron por la disciplina partidaria que impone el kirchnerismo. Uno desencantó a muchos contándose entre los ausentes. Y el otro, en palabras de VARGAS VILA, pasó a la más espantosa de las inmortalidades: la del oprobio.
Si esta tarde todo marcha como está previsto, nuestros tres senadores nacionales expresaran en el recinto y de manera unánime el rechazo a las exacciones centralistas.
Queda por registrar, en este balance de urgencia, la posición de las representaciones formales de la producción local (cámaras y asociaciones empresarias), que han preferido unas veces la ambigüedad y otras el silencio que les coloca en el peor de los roles.