
Según medios locales de prensa, los asesores obreros exigen que el Ingenio muestre el balance social (exhibición a la que la empresa está obligada) y los libros contables. Como quiera que el Ministerio salteño diera razón a la empresa en su negativa a mostrar su contabilidad, la parte obrera recurrió a los tribunales.
La mediación intentada, sin mayor convicción, por el Ministro de Gobierno no dio, al menos hasta ahora, ningún resultado. No deja de resultar llamativo este intento siendo que el Gobierno de la Provincia cuenta con una cartera especializada en la problemática laboral.
Se da la circunstancia de que los trabajadores rechazan la inclusión de una cláusula de paz social en un eventual acuerdo salarial, temerosos de que la marcha de la inflación licue cualquier porcentaje de actualización.