
La diferencia de seis décimos no parece insignificante, ya que al situarse la media nacional en el 8%, el desempleo salteño según el INDEC sería superior a aquella media, mientras que según el ministro Parodi estaría por debajo del promedio nacional.
El caso es que, visto desde una perspectiva o visto desde la otra, el desempleo en Salta parece consolidar su tendencia a la baja, y esto, en cualquier caso, debería ser lo más importante para el gobierno así como para el resto de los agentes sociales.
Por otro lado, no cabe dudar, sin más, de la buena fe del ministro Parodi al momento de esgrimir estas cifras. No se conoce que el INDEC y la Dirección Provincial de Estadística empleen los mismos instrumentos para medir el fenómeno y que lo hagan sobre el mismo universo o sobre el mismo territorio. Hay que recordar que la medición del INDEC surge de la Encuesta Permanente de Hogares, que intenta desentrañar las características demográficas y socioeconómicas de la población, vinculadas a la fuerza de trabajo, pero que sólo se realiza en determinados "aglomerados urbanos".
Por otro lado, la descalificación a priori de la cifra más baja de desempleo, que surge de las mediciones provinciales, contrasta con las críticas que el INDEC viene recibiendo desde hace tiempo por su supuesta "falta de neutralidad" política en la elaboración de las encuestas a su cargo.