
Qhapaq Ñan significa camino principal en lengua quechua y se refiere al camino andino prehispánico que llegó a recorrer- según estudios recientes- de 44 a 60 mil kilómetros en sentido Norte- Sur. Alcanzó su máxima extensión en el Período Incaico, en el territorio imperial llamado Tawantinsuyu, por lo que es frecuente que se lo mencione como Camino del Inca. Sin embargo, muchos de sus tramos son preexistentes a ese periodo y su historia comienza hace mucho más de 2 mil años.
Ramiro Matos, en el intercambio con los funcionarios de Cultura explicó los alcances del proyecto, el cual está regido por un extenso proceso de investigación que culminará en 2012, con la exhibición.
El tema que hemos escogido para la exhibición en el Museo Nacional del Indígena Americano en Washington y en otro local en Nueva York, es el Qhapaq Ñan, el camino real de los incas. Dentro de ese tema queremos entender la herencia, qué subsiste hasta ahora de lo que dejaron los Incas, explicó Matos.
Las seis naciones que integran el Programa Qhapaq Ñan/Camino Principal Andino, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, se propusieron trabajar de manera conjunta en la preservación de las raíces culturales, históricas y naturales del área andina y unirse al esfuerzo de las comunidades locales de su entorno, por medio de la puesta en valor de este gran itinerario cultural. Para lograr este propósito se está trabajando de manera mancomunada en la inclusión del Qhapaq Ñan/Camino Principal Andino en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
En su recorrido, Matos pudo apreciar cómo marcha el trabajo en cada país y al respecto comentó: En los diversos países que he visitado los responsables del proyecto me dicen que 2012 sería el año de declaración de Qhapaq Ñan como patrimonio cultural de la humanidad. Tengo mucho optimismo, creo que no hay dudas de que esto se va a aprobar, los países están trabajando intensamente, estoy viendo acá en Salta que están trabajando fuertemente. Es una aspiración de seis países que somos herederos del Tawantinsuyu.
En junio, Salta fue la sede del IV Taller de los equipos técnicos nacionales que están trabajando en el Plan de Acción Nacional Programa Qhapaq Ñan. El encuentro fue otro punto de progreso en la recuperación de este circuito cultural en la Argentina.
El encuentro concluyó con la apertura de la Sala Exposición Qhapaq Ñan/Camino Principal Andino. Un espacio permanente en el Museo de Antropología de Alta Montaña (MAAM) que recorre la ruta andina a través de textos, fotos, objetos precolombinos que habitaron en la zona y videos de los sitios de Salta marcados por el Camino Principal Andino.
Ramiro Matos tuvo oportunidad de visitar esta exposición del MAAM y de intercambiar con el equipo de trabajo del Departamento Qhapaq Ñan de la Dirección General de Patrimonio Cultural: Estoy muy complacido y me alegra saber sobre el trabajo que Cristian Vitri y su equipo están desarrollando- dijo-; con mucha alegría he visto la exhibición que han hecho, sus publicaciones y creo que Salta es uno de los núcleos con bastante empuje y excelentes resultados, remarcó.
En Argentina, el Camino Principal Andino abarca siete provincias: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza. El Qhapaq Ñan ingresa desde Bolivia por Calahoyo y pasa a Chile por Uspallata; recorre parte de la Puna de Jujuy; pasa por los grandes valles de Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja; sigue por el territorio de San Juan, para finalmente tomar rumbo al Oeste en Mendoza, donde cruza la cordillera e ingresa al actual territorio chileno.
En Salta, el Qhapaq Ñan abarca parcialmente los departamentos de La Poma y Cachi en el norte del Valle Calchaquí y Rosario de Lerma en la Quebrada del Toro. Se trata de un camino en sentido norte- sur proveniente de la puna jujeña que cruza la Quebrada del Toro e ingresa al Valle Calchaquí, donde prosigue hasta la provincia de Tucumán.
En el departamento Los Andes, en plena Puna Salteña, se encuentra el Complejo Arqueológico del Volcán Llullaillaco, vinculado estrechamente a la localidad de Tolar Grande, cabecera del municipio homónimo.
Matos, explica en el fundamento del proyecto de exhibición que el Camino Principal Andino es una de las monumentales infraestructuras que se conoce en la historia de la ingeniería andina. Todavía no se sabe a ciencia cierta la longitud que tuvo, sino algunas estimaciones como las de Hyslop (1992) en más de 44 mil kilómetros y recientes cálculos que hablan hasta de 60 mil.
Lo que sí se conoce es que esta vía fue una amplia red que unía a los pueblos e instalaciones de los cuatro suyus del imperio. El Camino permite avizorar el concepto del tiempo, espacio y la organización de los espacios sagrados y espacios políticos.
En cierto modo el Qhapaq Ñan fue el nervio central del mundo Inca, continuamente renovado para estar al servicio del hombre y su gobierno. Fue una magnífica articulación de diversos espacios del universo natural y espiritual en el universo andino, la cual demuestra el alto nivel de ingeniería.
Lo que más impresiona en esta obra de ingeniería es que fue construida sin el auxilio de rueda, de fierro y de animales de tiro. Los estudios de la ingeniería inca y los datos arqueológicos coinciden en señalar que buena parte de la conservación del camino se sustentaba en la adecuada selección del terreno durante el trazado de la vía, evitando terreno con problemas en el subsuelo, humedad, erosiones.
Las estrategias de construcción se adecuaban a la topografía y naturaleza del suelo. Algunas de estas estrategias fueron repetidas en lugares donde el terreno es igualmente plano, sin vegetación, pero afectados por intensas lluvias estacionales, por eso se preocuparon por construir drenes, canales y cunetas, dejando el rasante con desnivel, como senderos a desnivel transitable en cualquier estación, mientras que los sueños con fuerte humedad eran empedrados o adoquinados.
Matos explicó que la exhibición se propone utilizar la historia cultural, política, económica y tecnológica vinculada al Camino Principal Andino. Así como entender la historia incaica a partir de la historia oral desde la perspectiva indígena, en la voz de los quechuas contemporáneos, por ser ellos los herederos directos del Tawantinsuyu.
De este modo, la exhibición será organizada con la participación de curadores quechuas y la asesoría de académicos, arqueólogos, antropólogos e historiadores de los seis países que involucra el proyecto. Al respecto, el curador dijo:
Quisiéramos que esta exhibición sea producto de todos, sintetizado en dos salas, una en Washington y la otra sala en Nueva York. La intención es que la exhibición sea producto del esfuerzo de todos, los seis países, los equipos que están trabajando en Qhapaq Ñan, las direcciones de Patrimonio Cultural y las comunidades indígenas. Nuestro enfoque principal es destacar la historia oral y la memoria oral que recuerda todavía el antiguo imperio de los incas, destacó Ramiro Matos.
Ramiro Matos
Es Curador para América latina del National Museum of the American Indian, Smithsonian Institution y Profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú. En 1975 se recibió de Licenciado en Arqueología y Etnología en Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue profesor de Arqueología andina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1970-1988); profesor visitante en Universidad de Texas; Austin (1980-1981); UCLA (1982); Universidad de Bonn, Alemania (1982-3); Universidad de Copenhagen, Dinamarca (1991-1992); Universidad George Mason (1996); University de Maryland (1999).
Realizó trabajos de campo intensivo arqueológico y etnológico en la costa y sierra del Perú, en las tierras altas y bajas de Ecuador, Bolivia, norte de Chile y noroeste de Argentina. Colabora en varias publicaciones especializadas con artículos y ensayos sobre arqueología y etnografía andina. Publicó los libros El Hombre y la Cultura Andina, 5 Vols., Editor, 1978-1980; PUMPU: Centro Administrativo Inka en la Puna de Junín (1994); Prehispanic Settlement Patterns in the Upper Mantaro and Tarma Drainages, Junín, Perú, 2 Vols., Museum of Anthropology, University of Michigan,(co-author with Jeffrey Parsons and Charles Hastings, 2000. Recibió varios premios y becas internacionales. Es miembro de la Academia Nacional de Historia de Perú.