
La fuerza de seguridad más numerosa de occidente en proporción a la cantidad de habitantes -la Policía de Salta- ha recibido con los brazos abiertos a los 70 nuevos oficiales recién egresados de la Escuela de Cadetes que lleva el nombre del recordado comisario inspector Elías Boleas.
Los noveles oficiales salen a la cancha con el título académico de Técnico Superior en Seguridad Pública y Ciudadana, que es bastante parecido al de Técnico Encargado de la Seguridad en Eventos Masivos, que es el que luce en las chapas de los denominados patovicas.
Títulos aparte, el Ministro de Seguridad del gobierno provincial de Salta, señor Carlos Oliver, que ha presidido la ceremonia de incorporación a la fuerza de los nuevos azules, se emocionó en su discurso y, además de felicitar a los nuevos oficiales como si fueran sus hijos, los instó a trabajar con “vocación de servicio, honorabilidad y orgullo por el uniforme que a partir de ahora los distingue y convierte en servidores públicos”.
La información oficial dice que hubo también entrega de certificados a los mejores alumnos (los que aprobar con altas notas la asignatura Cachiporra II). Dicha entrega estuvo a cargo que miembros del gabinete ministerial y de la Cúpula Mayor Policial [sic].
El ministerio que dirige el señor Carlos Oliver ha anunciado que el año que viene Salta tendrá más de 300 nuevos policías «egresados de las distintas instituciones académicas de la fuerza provincial» (excepto los llamados cuerpos infantiles de Policía). Todo ello, sin contar la cantidad de policías «que se convertirán en servidores públicos» después de haber superado un curso de salto de rana y un examen del abecedario y a quienes se les proporcionará inmediatamente una 9mm para sus quehaceres cotidianos.