
El estudio fue destacado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a que la violencia es vista generalmente como un problema social y de la justicia penal, y no como una preocupación de salud pública.
La organización subrayó que la atención médica cumple un papel fundamental tanto en el tratamiento de las secuelas de la violencia como en la prevención de ésta.
Asimismo, los proveedores de la salud son el primer punto de contacto con las mujeres y niñas víctimas de esos abusos y la identificación temprana de esos casos ayudará a acceder a un sistema esencial de apoyo y bienestar.
El informe de la revista británica sostiene que muchos países han hecho progresos en criminalizar la violencia de género, pero urge a los gobiernos a comprometerse con destinar recursos financieros para que se hagan cambios reales ya que las cifras de ataques a mujeres siguen siendo muy elevadas.
Entre las recomendaciones figura fortalecer los sectores de la salud, la seguridad y la educación a través de políticas de prevención y respuesta proveída por los profesionales de esos medios, además de capacitarlos en la materia.
Fuente: ONU.