6 de febrero: Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

  • En 2020, la pandemia de COVID-19 ha afectado de manera negativa y desproporcionada a las niñas y las mujeres, lo que ha dado lugar a una pandemia en la sombra que entorpece la consecución de la meta 5.3 del ODS sobre la eliminación de todas las prácticas nocivas, incluida la mutilación genital femenina.
  • Derechos fundamentales

La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y que internacionalmente es reconocida como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y las niñas.


Puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, mayor riesgo de transmisión del VIH, ansiedad y depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en el peor de los casos, la muerte.

Esta práctica se concentra en cerca de 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional, así como algunos países asiáticos (India, Indonesia, Iraq y Paquistán) y algunas pequeñas comunidades de Latinoamérica. Asimismo, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.

En 2020, la pandemia de COVID-19 ha afectado de manera negativa y desproporcionada a las niñas y las mujeres, lo que ha dado lugar a una pandemia en la sombra que entorpece la consecución de la meta 5.3 del ODS sobre la eliminación de todas las prácticas nocivas, incluida la mutilación genital femenina. El Fondo de Población estima que debido a las interrupciones en los programas de prevención relacionadas con la pandemia podrían derivar a lo largo del próximo decenio en 2 millones de casos de mutilación genital femenina que, de otro modo, se podrían haber evitado. En respuesta a esta nueva situación,las Naciones Unidas, a través de su programa conjunto UNFPA-UNICEF, han ido adaptando las intervenciones para garantizar la integración de la mutilación genital femenina en la respuesta humanitaria, así como la ayuda posterior a las crisis.

Para promover su erradicación es necesario realizar esfuerzos coordinados y sistemáticos en los que participen las comunidades en torno a la concienciación sobre los derechos humanos, la igualdad de género, la educación sexual y la atención a las víctimas de la ablación.

No hay tiempo para la inacción mundial: Unión, financiación y acción para eliminar la mutilación genital femenina

Con esta filosofía en 2012 la Asamblea General de la ONU designó el 6 de febrero como el Día Internacional de Tolerancia Cero para la Mutilación Genital Femenina, una jornada de concienciación para ampliar y dirigir los esfuerzos para la eliminación de esta práctica.

Este 2021 el Programa conjunto del Fondo de Población y UNICEF sobre la eliminación de la mutilación genital femenina y el Comité Interafricano sobre Prácticas Tradicionales (IAC) lanzan juntos el tema de este año: "No hay tiempo para la inacción global: Unión, financiación y acción para eliminar la mutilación genital femenina". Muchos países están experimentando una "crisis dentro de una crisis" como consecuencia de la pandemia provocando un aumento de la mutilación genital femenina. Por ello, las Naciones Unidas hacen un llamamiento a la comunidad mundial para que reimagine un mundo que permita a las niñas y las mujeres tener voz, elección y control sobre sus propias vidas.

Cómo luchamos desde las Naciones Unidas

Aunque la práctica se ha mantenido por más de mil años, hay motivos para pensar que se puede acabar con la mutilación genital femenina en una sola generación. Es por ello que las Naciones Unidas luchan por su erradicación plena para 2030, siguiendo el espíritu del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5.

Para ello cuenta desde 2008 con el mayor programa mundial para acelerar la eliminación de la MGF dirigido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas y UNICEF. Ese programa se centra en la actualidad en 17 países africanos principalmente. A día de hoy esta colaboración ha conllevado importantes logros. Por ejemplo, más de 2,8 millones de personas realizaron declaraciones públicas para abandonar esta práctica perjudicial, y el número de comunidades que establecieron estructuras de vigilancia para rastrear a las niñas en riesgo se duplicaron, consiguiendo proteger a 213.774 niñas.

El UNFPA contribuye además a fortalecer los servicios de salud para que eviten la mutilación genital y traten las complicaciones que causa. También trabaja con organizaciones de la sociedad civil que promueven programas educativos, al tiempo que coopera con líderes religiosos para desvincularla de la religión, y colabora con los medios de comunicación para fomentar el diálogo.

Mensaje del Secretario General 2021

La mutilación genital femenina es una terrible violación de los derechos humanos que afecta a la salud y el bienestar de mi llones de mujeres y niñas en todo el mundo.

Lamentablemente, la pandemia de COVID-19 ha aumentado el número de niñas que corren el riesgo de sufrir esa práctica atroz. Los confinamientos y los cierres de las escuelas han dejado a las niñas muy expuestas a todo tipo de perjuicios y obstaculizado los esfuerzos para acabar con las prácticas nocivas, incluida la mutilación genital femenina.

Si no se toman medidas urgentes, de aquí a 2030 dos millones más de niñas podrían correr el riesgo de sufrir mutilación genital femenina, además de los cuatro millones de niñas que ya corren ese riesgo cada año.

Insto a todos los Gobiernos, las personas encargadas de formular políticas, las organizaciones de la sociedad civil y otras personas y entidades a que den prioridad a combatir la mutilación genital femenina en su respuesta nacional a la COVID-19. La mutilación genital femenina constituye tanto una forma de violencia de género como un problema de protección infantil.

Si queremos cumplir nuestra meta mundial de eliminar la mutilación genital femenina para 2030, debemos multiplicar por diez el ritmo de los avances. Para ello, en la próxima década se necesitarán alrededor de 2.400 millones de dólares. No obstante, el precio de no actuar es mucho mayor. Es fundamental poner fin a la mutilación genital femenina para acabar con todos los tipos de violencia que se cometen contra las mujeres y las niñas y lograr la igualdad de género.

En el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, alzamos nuestras voces para decir: “¡Ya basta!”.

No hay tiempo que perder: UNÁMONOS, APORTEMOS FONDOS y ACTUEMOS para poner fin a la mutilación genital femenina para 2030.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en https://www.un.org/es/observances/female-genital-mutilation-day