
El firmante de la columna responde al artículo publicado el pasado sábado en el diario El Tribuno por el que fuera varias veces legislador nacional por Salta, señor Marcelo López Arias, último ministro de Gobierno del frustrado candidato presidencial Juan Manuel Urtubey.
El columna de Nani comienza recordando que el artículo de López Arias revela que «que días antes del ataque al Regimiento de Infantería Mecanizado 3 de La Tablada mantuvo una reunión con el abogado Jorge Baños, uno de los miembros fundadores del MTP, en la que éste le advirtía sobre la preparación de un golpe de Estado inminente que involucraba a carapintadas».
Sostiene el señor Nani que, en el momento de la denuncia de Baños, López Arias desempeñaba el cargo de Fiscal de Estado de la Provincia de Salta. En consecuencia, se pregunta que «¿No hubiera correspondido que iniciara, de oficio, una investigación, obligando a Baños a dar la información de la que disponía, más aún, luego de las apariciones públicas de Baños, Fellicetti, Provenzano y Puigjané?»
Es necesario recordar que el cargo de Fiscal de Estado, previsto y regulado en el artículo 149 de la Constitución de Salta define a este magistrado como «el encargado de la defensa del Patrimonio del Fisco» (sic), por lo que carece de competencias para iniciar investigaciones de oficio relacionada con la posible comisión de delitos penales, como insinúa el articulista.
Otra cosa bien diferente es que, frente al anuncio sedicioso, el señor López Arias haya omitido advertir las autoridades nacionales o provinciales competentes y que, de algún modo, haya «dejado dormir» un asunto tan importante sin hacer lo que estuviera a su alcance para asegurar la incolumidad del gobierno legítimo y el respeto a las normas constitucionales vigentes.
El escrito del militar Nani abunda en calificativos sobre López Arias, adjetivos que, por su dureza unos casos y por su mal gusto en otros, no pueden ser aquí reproducidos.
Pero si quitamos del escrito los epítetos, subsiste la duda acerca de si López Arias hizo en su momento lo que le correspondía para defender las instituciones amenazadas.
Según Nani, el exministro de Urtubey «guardó silencio durante 32 años y recién ahora sale a hablar del sanguinario y cobarde ataque a los cuarteles de La Tablada». El autor de la columna se pregunta «¿por qué no lo hizo en su momento?» y «¿por qué no acompañó al valiente senador salteño Horacio Bravo Herrera en su denuncia plasmada en su libro La Guerrilla de Papel?»
El articulista omite mencionar que el ya fallecido exsenador nacional (1983-1992) por Horacio Félix Bravo Herrera fue electo por el mismo partido al que todavía pertenece el señor López Arias, ya que el exgobernador (1983-1987) Roberto Romero se valió del apoyo de la extrema derecha peronista de Salta para lograr controlar el Partido Justicialista en 1983. El exgobernador Romero fue, precisamente, uno de los mentores políticos del señor López Arias.
De momento, no se conoce que el que fuera ministro de Gobierno de Urtubey haya respondido a estas acusaciones.