
Esta mañana, la jueza británica Vanessa Baraitser ha dado a conocer su decisión en proceso judicial de extradición instado por la fiscalía de Londres y que tiene por objeto poner a disposición de las autoridades judiciales estadounidenses a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks.
Assange, de 49 años es requerido por la justicia norteamericana en base a 18 cargos de instrusión informática y espionaje, por los cuales se expone a una pena de cárcel de hasta 175 años. Aunque la fiscalía ha anunciado su intención de recurrir la decisión de la jueza Baraitser, la decisión final sobre la extradición es política y le corresponde la secretaria de interior, señora Priti Patel.
Según el diario El Mundo, al pronunciar su dictamen en la corte penal londinense de Old Bailey, la jueza Baraitser consideró "demostrado" que el australiano de 49 años presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si es procesado en EE.UU., donde probablemente sería retenido en condiciones de confinamiento.
La decisión judicial conocida este lunes llega diez años después de que el fiscal general Eric Holder (en la Administración de Barack Obama), anunciara que había autorizado "acciones significativas" para incriminar al fundador de WikiLeaks por la publicación de información "clasificada" de Pentágono sobre las guerras de Afganistán e Irak. El entonces vicepresidente norteamericano, Joe Biden, llegó a calificar a Assange como "un terrorista de alta tecnología".
Comenzó entonces un largo proceso, con parada en Suecia, donde el fundador de WikiLeaks fue doblemente acusado de violación y abusos sexuales. Assange, entonces en el Reino Unido, evitó la extradición refugiándose en la embajada ecuatoriana en Londres, donde permaneció entre 2012 y 2019, cuando fue finalmente detenido en respuesta a la petición de extradición de Estados Unidos y tras la retirada del asilo por parte del presidente Lenin Moreno.
Fuente: El Mundo