
La cadena francesa Europe 1 afirma esta mañana que se trata de una pena simbólica impuesta a uno de los máximos responsables de la iglesia católica del país, a quien se castiga por negligencia en relación con la omisión de denunciar los abusos sexuales cometidos por un sacerdote de su Diócesis en perjuicio de un menor de edad, entre los años 2014 y 2015.
La sentencia, que se ha pronunciado en ausencia del acusado Barbarin, lo ha declarado «culpable de no denunciar malos tratos».
Los abogados del Arzobispo condenado han reaccionado inmediatamente y anunciado esta misma mañana que van a apelar el pronunciamiento, al considerar que sus fundamentos no son convincentes. «Vamos en consecuencia a contestar esta decisión por todas las vías admisibles en Derecho», ha afirmado el abogado Jean-Félix Luciani, para quien el tribunal ha cedido a las presiones de los documentales y de una película. «Esto plantea preguntas reales sobre el respeto por la justicia», ha dicho.
Barbarin ha sido juzgado junto a otros cinco acusados a los que el tribunal, empero, ha absuelto, bien porque los hechos no resultaron acreditados o bien porque el delito estaba prescrito.
‘Una gran victoria para la protección de la infancia’
Uno de los denunciantes, Francois Devaux, ha comentado la sentencia diciendo que se trata de «una gran victoria para la protección de la infancia». Según el señor Devaux, cofundador de la asociación de víctimas La Parole liberée, «la sentencia envía una señal muy fuerte, ya que les permite comprender que las víctimas son escuchadas, entendidas y reconocidas».Para los afectados, se trata de «la culminación de un largo viaje para que surja una conciencia».