
El 23 de agosto se conmemora el aniversario de la insurrección, en 1791, de los hombres y mujeres sometidos a la esclavitud en Saint-Domingue, la parte occidental de la isla de La Española que, al proclamar su independencia, recuperó su nombre amerindio original: Haití. Esta revuelta comporta una reivindicación universal de libertad, que va más allá de cualquier límite de tiempo y espacio. Apela a toda la humanidad, sin distinción de origen ni de religión, y sigue resonando hoy con la misma fuerza.
Mediante el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, la UNESCO desea recordar la importancia fundamental de la transmisión de la historia para poner de relieve la lucha contra todas las formas de opresión y racismo que existen en la actualidad. El efecto expansivo que provocó la revuelta de 1791 ha marcado el curso de las luchas de liberación de los pueblos y de los movimientos de defensa de los derechos humanos y civiles desde hace más de 200 años. Cristaliza los desafíos, los conceptos y los principios que es imprescindible conocer en la lucha actual contra la esclavitud moderna y la trata de personas. Creemos que la enseñanza de esta historia puede colocar a los ciudadanos de mañana en el camino de la paz y la dignidad.
Mensaje de la Directora General de la UNESCO
En la noche del 22 al 23 de agosto de 1791, en Saint-Domingue, la parte occidental de la isla de La Española que era a la sazón una colonia francesa de las Indias Occidentales, tuvo lugar una insurrección de esclavos que marcaría un punto de inflexión en la trágica historia de la trata de esclavos. La guerra que estalló a continuación culminó en 1804 con la independencia de esa parte de la isla, que tomó el nombre de Haití, y condujo al reconocimiento de la igualdad de derechos de todos sus habitantes. La onda expansiva provocada por este acontecimiento histórico contribuyó en gran medida, a lo largo del siglo, al movimiento de abolición y desmantelamiento del sistema esclavista.El carácter universal de esa lucha por la libertad y la dignidad emprendida por los esclavos de Saint-Domingue llevó a la UNESCO a proclamar el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición y a elegir la fecha simbólica del 23 de agosto para su observancia.
Desde 1998, este Día Internacional es una oportunidad única para profundizar la reflexión sobre las secuelas de la historia de la esclavitud y la necesidad de examinar su memoria. Este Día permite también alertar contra los prejuicios raciales que se han elaborado para justificar la esclavitud y que continúan alimentando el racismo cotidiano y la discriminación contra las personas de ascendencia africana.
Desde 2001, la comunidad internacional reconoce la trata y la esclavitud como crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, estos flagelos vuelven a surgir a intervalos regulares de diferentes formas y en distintos lugares. Por ese motivo, un mayor conocimiento de la historia de la trata y de la esclavitud resulta esencial para comprender mejor la aparición de nuevas formas de esclavitud y tratar de prevenirlas.
El Proyecto La Ruta del Esclavo, puesto en marcha por la UNESCO en 1994, ha permitido identificar las cuestiones éticas, culturales y sociopolíticas de esta dolorosa historia. Mediante la elaboración de un enfoque multidisciplinario, que abarca dimensiones históricas, conmemorativas, creativas, educativas y patrimoniales, el Proyecto ha contribuido a enriquecer nuestros conocimientos sobre la trata de esclavos y a difundir una cultura de paz.
En este Día Internacional, la UNESCO invita a todas las personas, en particular los poderes públicos, la sociedad civil, los historiadores, los investigadores y los ciudadanos de a pie, a movilizarse para dar a conocer mejor esta historia que compartimos y oponerse a todas las formas modernas de esclavitud.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas - en https://es.unesco.org/commemorations/remembranceday