Pamela Calletti debe dar explicaciones urgentes sobre los uniformes de Torrico y Lasi

La foto de los condenados Marcelo Torrico y Gustavo Lasi, ataviados con uniformes oficiales del Servicio Penitenciario de la Provincia de Salta y haciendo con los dedos la señal de la victoria, supone una ofensa a la sensibilidad de los ciudadanos y una burla a la justicia.

En cualquier sociedad civilizada del mundo, la sola publicación de esta fotografía provocaría la inmediata dimisión o destitución del responsable de la prisión y pondría en serios aprietos al ministro responsable de la administración carcelaria.

Pero el Subsecretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios de Salta, señor Martín Martínez, no solo permanece en su cargo como si nada hubiese ocurrido sino que ha aprovechado la vergonzosa fotografía que publica el diario El Tribuno para dar explicaciones auténticamente peregrinas acerca del presunto trato de favor que disfrutan los internos Torrico y Lasi, encarcelados como autores de bárbaros asesinatos.

Si en las próximas horas, la Ministra de Derechos Humanos y Justicia del gobierno provincial, señora Cintia Pamela Calletti, no comparece espontáneamente ante la Cámara de Diputados de Salta para explicar las razones por las cuales dos presos de alta peligrosidad y sobre los que pesa una condena social muy severa aparecen en una fotografía luciendo uniformes oficiales de una institución del Estado, habrá motivos serios para suponer que Lasi y Torrico disfrutan, en su lugar de reclusión, de una protección especial por parte del gobierno.

El asunto no sería tan grave si no estuviera vigente aún la sospecha de que el gobierno de Salta ha contribuido a dejar impune la violación y asesinato de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, ocurrido en julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo. ¿Está protegiendo el gobierno de Salta al autor de estos asesinatos?

Y lo sería menos aún, si Lasi -autor confeso de la violación de dos mujeres y reo de asesinato- no se hubiera fotografiado junto a una pared decorada con la imagen de mujeres desnudas.

Si el gobierno de Urtubey no tiene nada que ocultar en este asunto, la Ministra de Derechos Humanos y Justicia deberá salir en las próximas horas a dar las explicaciones que la ciudadanía ya mismo exige por esta insólita aparición pública de dos de los presos más peligrosos alojados en la cárcel provincial, luciendo vestimentas e insignias de una fuerza de seguridad que depende directamente de la señora Calletti.

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