Con Urtubey ausente, los presos más peligrosos de Salta hacen la señal de la victoria

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El hecho de que Marcelo Torrico y Gustavo Lasi, condenados por violadores y asesinos, se exhiban con aires de suficiencia, vistiendo ropas de carceleros y haciendo gestos de triunfo, se debe, entre otros muchos motivos, a la sensación generalizada de falta de autoridad que se deriva del virtual abandono de sus funciones por parte del Gobernador de la Provincia, Juan Manuel Urtubey.

No es casual que hechos como este se produzcan justo en el momento en que la autoridad ministerial se encuentra en sus mínimos históricos, y cuando los ciudadanos comienzan a relacionar la pérdida de sustento político de las actuaciones del gobierno con la frivolidad de Urtubey, su sobreexposición mediática y su creciente pérdida de seriedad.

Urtubey debe elegir urgentemente entre el mundo rosa del jet-set y la prensa del corazón y sus responsabilidades como gobernante. De lo contrario, no le quedará otra salida que una renuncia digna y oportuna, hecho que contribuirá a preservar lo que queda de su imagen y, lo que es mucho más importante, a evitar un deterioro mayor de las instituciones de la Provincia de Salta.