La camarógrafa húngara se defiende y dice que sufrió 'un ataque de pánico'

La reportera Petra László, exempleada de la cadena de televisión húngara N1TV, ha sido llamada a declarar por la Policía después de que un fiscal formulara contra ella una denuncia por «vandalismo».

László, que permaneció varios días en silencio después de que en todo el mundo se viera el vídeo, grabado por un reportero alemán, en el que aparece pateando a niñas y derribando con una zancadilla a un padre que llevaba en brazos a su pequeño hijo, durante la crisis que se vivió Röszke a raíz del desplazamiento masivo de refugiados procedentes de Siria.

«Siento sinceramente lo ocurrido. Prácticamente estoy en un estado de 'shock' por lo que hice y por lo que están haciendo conmigo», dice László en una carta publicada este viernes en la prensa local.

Laszlo comenta que cuando estaba trabajando con su cámara en el punto de reunión de Röszke, centenares de refugiados comenzaron a correr hacia ella, lo que le causó temor.

«Es difícil tomar decisiones correctas cuando uno está en pánico. Yo no pude hacerlo», asegura la reportera.

«Como madre lamento mucho que el destino me halla llevado hasta una niña, algo que en aquel momento no percibí. Estaba en pánico y ahora me veo en las grabaciones, como si no fuera yo», prosigue la carta, en la que también László asegura que se ha arrepentido de lo que sucedió y que asumirá la responsabilidad.

La controvertida reportera afirma en un pasaje de su misiva que no se merece «la caza de brujas política» contra ella y tampoco las amenazas, incluso mortales, que ha recibido, y se defiende afirmando que no es una «reportera racista».

«Solo soy una mujer, una madre ahora ya sin trabajo que en una situación de pánico tomó una decisión equivocada», concluye la carta de Petra László, que ha sido publicada en el portal index.hu.