Osama Abdul Mohsen, el hombre cuya imagen dio la vuelta al mundo al ser derribado por una zancadilla que le puso la camarógrafa húngara Petra Làsló, ya se encuentra en Madrid, a donde ha llegado anoche procedente de Munich.
El viajero ya se encuentra junto con dos de sus hijos (Zaid, de 7 años, y Mohammad, de 18) en la ciudad de Getafe, ubicada al sur de Madrid, en donde será acogido por la Escuela Oficial de Entrenadores de Fútbol y Fútbol Sala (Cenafe), que estudia contratarlo.
Otros dos hijos y su mujer aún aguardan a ser trasladados a España.
'Pudimos morir en el viaje a Europa'
Días antes, durante la entrevista con diario El Mundo, realizada nada más llegar a Alemania, el padre sirio ya confesó lo duro de su odisea: "El viaje fue agotador y muy estresante. Muy difícil y peligroso. Mi hijo y yo pudimos morir durante el viaje a Europa"."La patada de la periodista fue inquietante y dura... Mi sensación fue de sorpresa. Y después dolor cuando vi el miedo y el pánico en la cara de mi hijo. Zaid lloró durante dos horas. Estaba aterrado. Tras ello nos tomaron las huellas digitales, nos amenazaron con la cárcel", confesó angustiado.
Osama Abdul Mohsen también relató que su sueño era reunir a toda su familia y pidió ayuda para que les apoyasen a la hora de poder juntar a todos su parientes.
Fuente: El Mundo