El peregrino Richter acude puntual a su cita sísmica con el Milagro de Salta

El físico y sismólogo estadounidense Charles Francis Richter (1900-1985) no había nacido aún cuando el 13 de septiembre de 1692 un terremoto de magnitud 7 en la escala que lleva su nombre hizo desaparecer del mapa a la ciudad salteña de Nuestra Señora de Talavera del Esteco y convirtió a los más pecadores de sus habitantes en estatuas de sal.

Treinta años después de su muerte, ocurrida curiosamente en el mes de septiembre, Richter ha vuelto a Salta para convertir el mes del Milagro -su favorito- en un abanico de manifestaciones sísmicas, afortunadamente de baja intensidad, por el momento.

En las últimas 72 horas los sismógrafos, sismólogos y sismócratas salteños han registrado 13 movimientos telúricos, en lo que se considera ya como el mes de septiembre más «movido» desde que en 1955 se produjera la llamada Revolución Libertadora.

Según una encuesta online del diario El Tribuno, el 71,43% de los lectores encuestados piensa que la devoción religiosa por las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro protege a Salta de los sismos. Un 28,57%, por el contrario, piensa que no.

Lo que aún no se ha desarrollado, ni por los geólogos ni por los teólogos, es una escala de magnitud de la devoción milagrera de los salteños, pues es de suponer que cuanto mayor es la devoción religiosa mayor es también la protección antisísmica de que gozan los salteños.

Si bien todos los años el señor Arzobispo renueva el pacto de fidelidad (una especie de póliza contra terremotos que algunos malinterpretan llamándolo «pacto de fe»), no es posible saber científicamente si la fidelidad antisísmica de los salteños va en aumento o si, por el contrario, retrocede año tras año, como los hielos del Ártico.

Si la devoción de los salteños se midiera por la cantidad de sismos que se producen en el mes de septiembre, al Arzobispo no le quedaría otra salida que reconocer que la fidelidad del salteño atraviesa por un momento especialmente bajo.

Y si fuese este el caso, el prelado va a tener que esmerarse mucho este año en la redacción de la homilía de renovación del pacto de fidelidad si es que no quiere que el año próximo don Richter vuelva ocupar las primera planas de los diarios, codo a codo con los peregrinos de Santa Victoria Oeste.