
La celebración, señalada para el tercer sábado del mes de agosto, ha sido instituida en 1991 por acuerdo de la International Society for Animal Rights (ISAR), organización que vela por los derechos de los animales en todo el mundo.
Se trata de una fecha que, de manera simbólica, busca generar conciencia de la responsabilidad que tiene el hombre en el problema moral y de salud pública que representa el abandono de animales.
Las asociaciones protectoras realizan esfuerzos por informar y concienciar a la población en general sobre la responsabilidad que representa incorporar un animal de compañía al hogar familiar, empezando por la manera en que llega al hogar, así como sus necesidades físicas y emocionales en todas las etapas de su desarrollo, independientemente de su especie o raza.