
Lo primero que llama la atención de esta actividad es que los pequeños alumnos cuyas escuelas decidan tomar parte de estos «paseos» podrán visitar escenarios naturales -como por ejemplo, ríos, montes y quebradas- que bien pueden rebosar de valor paisajístico pero que, vistos desde cualquier perspectiva, carecen en absoluto de valor cultural.
El segundo elemento que lleva a mirar con desconfianza a esta actividad, o al menos a recelar del título elegido para ella por el gobierno, es que la información oficial (la difundida en el parte de prensa de fecha 30/3/2017) no menciona en ningún momento que los niños vayan a visitar museos, bibliotecas, teatros, salas de música o galerías de arte, que es lo que de verdad enriquecería su horizonte cultural.
Al contrario, lo que se dice es que los niños podrán optar entre los «circuitos güemesiano, histórico, Salta panorámica y Salta natural». Es decir, entre naturaleza, historia y política. La cultura, que da precisamente nombre a los «paseos», queda reducida de este modo a cero.
También preocupa y mucho que para el gobierno la figura de Güemes o el llamado «circuito güemesiano» sean activos culturales de primera magnitud.
Como es sobradamente sabido, el general Güemes fue una personalidad prominente de las armas y de la política de Salta, pero, que se sepa, no un campeón de la cultura, ni un artista consumado.
Elevar al general patriota al rango de icono cultural solo puede ser resultado de dos cosas: de una aguda carencia de identidad cultural o de una intención algo embozada de imponer a la ciudadanía una interpretación única de la historia y de sus personajes a través de su sacralización como activos de la cultura.
Aunque el gobierno lo que pretenda sea el adoctrinamiento de los niños en el salteñismo más asfixiante -aquel que no admite contestación ni recusación del pasado considerado «más glorioso»- lo mejor que podría hacer en tal caso es sustituir el nombre de «paseos culturales» por el de «turismo histórico», lo que haría justicia no solo con la dimensión de Güemes sino con las aspiración de los propios niños de recibir una educación de calidad, sin sesgos ideológicos innecesarios.
Cuando la cultura abraza a la historia, casi todos sabemos lo que sucede. ¿Estamos dispuestos en Salta a correr un riesgo de semejante magnitud?
Un libro, uno solo entre los miles que se han escrito sobre el General Güemes, deja bien claro que el héroe salteño no es una figura neutra ni desde el punto de vista ideológico ni desde el político, por lo que su vida, su trayectoria y su muerte, pueden y deben ser interpretados en clave política, pero en libertad, sin historias oficiales que promuevan el culto a la personalidad o santifiquen determinados procesos históricos.
El libro se llama «La mirada de Güemes, una historia política», está firmado por Abel Cornejo Castellanos y ha sido editado por el propio gobierno de la Provincia de Salta.