
Así como los salteños y los asimilados renuevan cada año, con puntualidad cósmica, el llamado Pacto de Fidelidad con los sagrados patronos tutelares, y las calles se llenan de gente con cara de acto de contrición mal rezado, este año la plaza se ha vuelto a inundar de cifras inverosímiles y de cuentos fantásticos acerca de las dimensiones de nuestra mayor demostración de fe popular.
Al igual que en años anteriores, se ha estimado la asistencia de feligreses a la Procesión en unas 800.000 personas, un dato del que parece razonable desconfiar por razones casi elementales.
Si se tiene en cuenta que el trayecto de que efectúan las imágenes desde la Catedral hasta el Monumento a la Batalla de Salta es de unos 2.300 metros (según Google Maps), la superficie por la cual discurre la procesión se ha de estimar entre unos 90.000 y unos 100.000 metros cuadrados. Ello, tomando en consideración un ancho medio de las calzadas y aceras de unos 40 metros.
Si, efectivamente, como dicen las cifras difundidas, fue de 800.000 el número de feligreses en marcha, en un solo metro cuadrado del área de desplazamiento se tendrían que haber apiñado entre 8 y 9 personas, lo cual es, como cualquiera puede suponer, físicamente imposible.
Para multitudes estáticas (standing crowds) el límite máximo establecido científicamente por razones de seguridad es de 5 personas por metro cuadrado, cifra que se reduce necesariamente cuando se trata de multitudes en movimiento (moving crowds).
Los límites de seguridad en eventos están fijados generalmente en 2 personas por metro cuadrado (UK Event Guidance), aunque para un movimiento del tipo de nuestra Procesión, los límites de seguridad oscilan entre las 2 y las 4 personas por metro cuadrado (UK Green Guide - Guide to Safety at Sports Grounds), que es el número óptimo para evitar sucesos indeseables y muy peligrosos como las avalanchas.
La población de la ciudad
Si la ciudad de Salta tiene una población de 600.000 personas, para que a la Procesión asistan 800.000 almas no solo es necesario que todos los residentes salgan a las calles (incluidos niños pequeños, ancianos y personas enfermas) sino que el aporte de forasteros sea significativo: como mínimo, unas 200.000 personas.Las estimaciones más optimistas sobre el desplazamiento de peregrinos desde lugares remotos del interior provincial y de provincias vecinas hablan de unas 60.000 personas, con lo cual hay que concluir en que, además de los peregrinos stricto sensu, la Procesión atrae a Salta a una cantidad de personas similar a la población de una ciudad entera como Santiago del Estero.
Las dotaciones de la ciudad
En Salta existen unas 12.000 plazas hoteleras, según la información oficial del Ministerio de Turismo del gobierno provincial de Salta.De acuerdo a las cifras que se publican anualmente en el informe estadístico que elabora este departamento de Estado, en todo un año, Salta recibe a unas 150.000 personas que no se hospedan en hoteles sino en casas particulares o en otras facilidades como los campings públicos.
La oferta de alojamiento en Salta es, pues, marcadamente insuficiente para atender a un aluvión de visitantes de tal magnitud.
Curiosamente, no es en el mes de septiembre sino en el de julio en que se produce la mayor afluencia de visitantes a Salta y, por consiguiente, se alcanzan los picos de ocupación hotelera. Incluso en la serie histórica 2010-2014, el número de visitantes durante el mes de septiembre es similar al del mes de agosto e incluso inferior al de los meses de octubre y enero.
Si es verdad que Salta recibe en todo el año a unos 980.000 visitantes, y si fuera verdad también que entre 300.000 y 400.000 visitan la ciudad solo en septiembre, las cifras de este mes serían muchísimo más destacadas de lo que lo son.
Pero cualquiera sea la interpretación que se le quiera dar a estos números, lo cierto es que un aumento súbito de la población urbana en más de un tercio (de 600.000 a 800.000) haría colapsar en pocas horas los servicios de la ciudad, como el de suministro de energía (ya de por sí muy endeble) o los de saneamiento (como el agua potable y las cloacas). Todo ello, sin contar con lo que esta población adicional supondría para los servicios encargados de la limpieza, la salud y la seguridad.
Cifras razonables
Teniendo en cuenta la superficie del recorrido de la Procesión y estimando una cantidad de 3,5 personas por metro cuadrado en la multitud en marcha y de 5 personas en la multitud estática, se podría calcular el número de asistentes en 350.000, más una cantidad de entre 60.000 y 80.000 personas que presencian el paso de las imágenes sin desplazarse.Ambas multitudes podrían llegar a rozar el medio millón de personas, lo que ya es una cifra muy respetable para Salta, teniendo en cuenta las dimensiones físicas y demográficas de la ciudad, el límite de sus infraestructuras y la capacidad de respuesta de sus servicios esenciales.
