
El titular escogido -«Tres remises habilitados dieron positivo al alcoholemia»- no solo contradice la naturaleza inorgánica de los automóviles y la posibilidad de que estos se agarren una borrachera por su cuenta, sino que hace dudar muy seriamente sobre el género que corresponde al sustantivo alcoholemia.
Mientras toda Salta se pregunta si los agentes hicieron soplar al vehículo por el caño de escape para comprobar su alcoholemia, una asociación de usuarios de taxis y remises, ante la presencia de algunos vehículos grasientos y en pésimo estado de higiene, ha pedido que la autoridad controle también la presencia de lípidos y grasas saturadas en estos medios de transporte.
