La Municipalidad de Salta (y su Secretario de Prensa) os harán invulnerables

El servicio de comunicación pública de la Municipalidad de Salta difundió ayer a través de la página oficial de la comuna una noticia en la que se nos dice que la Cooperadora Asistencial (organismo que tiene a su cargo la ayuda social directa a personas de bajos recursos y en riesgo de exclusión social) ha «resuelto» (sic) más de 230 casos de vulnerabilidad social.

La noticia incluye unas declaraciones de la titular de la Cooperadora Asistencial municipal, señora Luz Arévalo, quien haciendo uso de un lenguaje claro, preciso y de calidad (algo bastante infrecuente en Salta) ha destacado «la importancia de establecer estrategias de intervención para evitar o paliar situaciones de exclusión social y lograr alcanzar el bienestar social, para mejorar la calidad de vida de los vecinos».

De las palabras de la señora Arévalo -impecables por donde se las mire- se desprende que el objetivo de la institución que dirige no es «la inclusión», como equivocadamente persiguen las agencias clientelares que dependen del gobierno provincial, sino la evitación de «la exclusión social», un objetivo irrenunciable de cualquier gobierno moderno, cualquiera sea la ideología en que se sustenta y su sensibilidad.

Sin embargo, las acertadas palabras de la señora Arévalo y su esfuerzo por aportar precisión y claridad al debate público han sido literalmente destruidos por el aparato de prensa municipal, el que en un alarde de desconocimiento profundo acerca de lo que es la «vulnerabilidad social», señala en el titular que 230 casos de este tipo han sido «resueltos» por la Cooperadora Asistencial.

Puestos a interpretar este insólito titular, solo cabe pensar que la Cooperadora Asistencial ha intervenido de forma exitosa en 230 casos que afectaron a personas socialmente vulnerables o en situación de agudo riesgo social, lo cual, por supuesto, es de aplaudir.

Lo que en ningún caso puede hacer la Subsecretaría de Prensa es transmitir a los ciudadanos la idea de que la ayuda social directa que brinda la Municipalidad (y cualquier otra agencia pública) en casos extremos, como fallecimientos repentinos, incendios o desalojos, representa la solución estructural a un problema concreto de vulnerabilidad social, pues en el mejor de los casos, después de la intervención urgente del servicio municipal, la vulnerabilidad -entendida como la incapacidad de los individuos y de las familias para hacer frente a determinadas contingencias de la vida social- subsiste, lamentablemente.

Son otras, desde luego, las políticas y las estrategias públicas capaces de acabar con la vulnerabilidad social de una persona y de una familia.

Es altamente improbable, pues, que la intervención bienhechora de la Cooperadora Asistencial en aquellos 230 casos haya conseguido eliminar del todo (esto es «resolver», en sentido estricto) los problemas que se derivan de las condiciones específicas de desigualdad, precariedad o desventaja acumulada que afectan a individuos o familias y que se hallan en la base de la exclusión social urbana.

Si no fuera porque la señora Luz Arévalo y su trabajo son imprescindibles en el área social, lo cierto es que, después de lo que acabamos de ver, a más de uno le gustaría que ocupara el cargo de Subsecretaria de Prensa de la Municipalidad de Salta, pues lo haría estupendamente.