Decir que Catalano ‘encabezó’ la reunión equivale a decir que el presidente de la Corte de Justicia fue la máxima autoridad presente en la reunión, lo cual -como es obvio- no es cierto.
Aunque el Gobernador de la Provincia se desplace al despacho del Procurador General o a la sala de acuerdos de la Corte de Justicia, ni el Procurador ni la Corte tienen más autoridad que el Gobernador que los visita. En todo caso es él quien «encabeza» las reuniones. Simplemente porque el Gobernador es la máxima autoridad del Estado y su máximo representante, dentro y fuera de la Provincia.
De modo tal, que cuando el Gobernador, por las razones que fuera, visita a cualquier otra autoridad del Estado en sus propia oficinas, nunca juega de visitante, y, desde luego, nunca puede dejar que otro, con menor autoridad, «encabece» por él.
Solo por poner un ejemplo (distante, pero plenamente aplicable), cuando el rey de España visita la Real Academia de la Lengua o un cuartel de la Guardia Civil, y se realiza una reunión con académicos y oficiales -según el caso- quien preside la reunión es el rey, como Jefe del Estado que es. No es y nunca es tratado como una visita, como parece que sucede en la muy noble y muy republicana ciudad de Salta.
Equivocarse al informar sobre un encuentro tan trascendente no es ignorar las reglas del protocolo y sus complejas precedencias sino más bien desconocer los preceptos más elementales de la Constitución de la Provincia.