Como es sabido, un fallecimiento en la familia impidió al gobernador Juan Manuel Urtubey asistir, como máxima autoridad del Estado provincial salteño, a la tradicional Procesión del Milagro, que se celebró ayer en Salta. En su lugar, y como corresponde, asistió el Vicegobernador de la Provincia, Miguel Andrés Kostas Zottos, quien por otra parte ostenta el récord sudamericano oficioso de mayor cantidad de kilómetros recorridos en procesiones y misachicos.
La presencia de Zottos en la Procesión fue sin embargo totalmente ignorada por el aparato de comunicación oficial del gobierno de Salta, cuya página web no le dedica hoy al Vicegobernador ni una sola foto.
La omisión es sumamente llamativa, puesto que todos los años anteriores, para estas mismas fechas, las fotos del gobernador Urtubey, de su señora madre y de sus más estrechos colaboradores junto a la imagen del Señor del Milagro, inundaron las páginas oficiales y ocuparon enormes y normalmente inmerecidos espacios en la comunicación formal del Estado.
El muy evidente y casi ridículo ninguneo de Zottos en la web oficial del gobierno revela que este recurso comunicacional del Estado se ha convertido en la página personal del gobernador Urtubey, para cuya augusta imagen normalmente está reservado el slideshow (o rotador de imágenes) que encabeza la página.
Ausente Urtubey, por razones que son de todos bien conocidas, es como si el Estado mismo hubiera desaparecido. De Zottos y de otras autoridades tan legítimas como él, ni noticias.
Ni Luis XIV ni Goebbels se hubieran animado a llegar tan lejos.