
Precisamente fue el señor Zanchetta quien se encargó de bendecir a las herramientas. Por un lado a las herramientas vivientes (en el sentido aristotélico de la expresión) y después a las cosechadoras, tractores, cañas, agua y demás elementos que se utilizan en la zafra.
Finalizada la ceremonia religiosa, tras los discursos del caso, tanto los invitados como los trabajadores y sus familias, así como los directivos de la empresa y de su contraparte colectiva, el Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA), pudieron compartir un momento de confraternidad y sana camaradería en la calle principal del pueblo, en donde compartieron una «choriceada» e hicieron del encuentro una verdadera fiesta, honrando con alegría a la diosa zafra 2014.