Luego de que la prensa local difundiera el rumor de una bacanal etílica en el búnker de Urtubey la noche de las elecciones del 17M, los dirigentes del Partido Renovador de Salta han querido mostrar al público su cara más abstemia y republicana.
En una reunión convocada para tratar -nada menos- que la actitud que este partido de compra y venta adoptará de cara a las próximas elecciones nacionales, se ha convidado a los asistentes con empanadas y Salsa Tabasco, pero para cuidar la línea de los dirigentes presentes, el aperitivo criollo ha estado regado con Coca Cola Zero calorías.
A la reunión asistieron el Vicegobernador de la Provincia y presidente del Comité Central del PRS, Andrés Zottos, los senadores provinciales Roberto Gramaglia y Pablo González, los diputados provinciales Baltasar Lara Gros y Gabriela Martinich, los intendentes Esteban Ivetich, de Chicoana; Marcelo Lara Gros, de Orán; Manuel Cornejo, de Campo Quijano y Esteban D’Andrea, de El Carril.
Durante el cónclave, el presidente Zottos sostuvo la absurda teoría de que su partido obtuvo 120.000 «votos propios» (sic) en los pasados comicios, que determinaron el triunfo de Juan Manuel Urtubey.
Esa será pues, la base de la subasta que proponen Zottos y sus compañeros de aventura a las fuerzas nacionales que deseen «comprar» la amplia base popular del PRS.
El partido de las contradicciones
La falta de coherencia del PRS no solo se traduce en actitudes políticas contradictorias, sino en el estilo personal de sus dirigentes.Así, mientras Zottos dirige la reunión luciendo en sus muñecas unos brillantes gemelos que destacan sobre sus puños de blanco inmaculado, el reelecto Intendente de Orán, Marcelo Lara Gros, seguramente sorprendido por el intenso frío del Valle de Lerma, aparece enfundado en un forro polar de esos que se fabrican con envases de PET reciclados y que tienen una gran aceptación en las ferias de La Salada.
A la vista de este detalle, cabe presumir que el envase de escarbadientes Iberia que aparece sobre la mesa, no pertenece al pulcro Zottos sino al Intendente de Orán, quien llevaba varios días lidiando un trozo de chancaca atravesado entre sus premolares.