
Los radicales de Salta se debaten entre sus cálculos optimistas para 2019 y los problemas inmobiliarios que afectan a la vieja casa de la calle Mitre, que desde hace años sirve como sede partidaria.
Para tratar estos dos temas, los radicales se han reunido anteayer para -según ellos- «trabajar en unidad» para superar el problema inmobiliario, pero también para dejar volar su imaginación de cara a las elecciones del próximo año.
La información oficial de la UCR de Salta dice que, bajo la presidencia del diputado nacional Miguel Nanni, los radicales salteños se reunieron en su sede de la calle Mitre 653, para tratar, entre otros temas, la situación financiera del partido y la demanda judicial formulada por un antiguo empleado y exmilitante que reclama una deuda millonaria que amenaza a la vieja casa partidaria, después de que un juez acordara el embargo de la propiedad.
Dice la misma información que ante la situacción planteada, el presidente del Comité Capital y diputado provincial, Héctor Chibán, ha propuesto crear una comisión para recaudar fondos que serán destinados afrontar las deudas del partido.
Según el parte radical, la idea de Chibán fue secundada por legisladores y dirigentes de toda la Provincia, pero incluso ya antes de que se conforme la comisión, los radicales ya llevan recaudados más de 350 mil pesos gracias a un bono contribución interno. Ni pensar cuánto podrían llegar a reunir si se pone en marcha la comisión propuesta por Chibán.
Pero no todo fueron deudas y bonos contribución en la reunión radical. A algunos se les calentó el pico y dijeron sin titubeos «queremos ser gobierno en 2019». Obsérvese que no dijeron «queremos gobernar», con todo lo que ello significa.
Según los radicales, endeudados hasta el cuello y envueltos en inacabables conflictos internos, hay que mirar más allá de esta coyuntura y pensar en 2019, pues, a su entender, «obtener la Gobernación es un horizonte posible». Nuevamente, de gobernar no se habla.
La información oficial dice no obstante que para conseguir este objetivo los radicales deberán trabajar fuertemente, pensando en subsanar los conflictos internos y en encarar un proceso de alianzas que les permita afrontar la competencia electoral con algunas posibilidades.