Miguel Isa se queja de que Yarade usa los bienes del Estado para su campaña, pero no dice nada de Urtubey

  • El Vicegobernador de Salta, Miguel Ángel Isa, ha metido el dedo en la herida al denunciar que el Jefe de Gabinete del mismo gobierno que él integra utiliza los bienes y los recursos del Estado provincial salteño para su campaña proselitista y su personal provecho.
  • Más abusos de poder en Salta

La molestia públicamente expresada del señor Isa representa, sin dudas, una importante contribución a la neutralidad electoral del Estado y a la limpieza de la competencia entre partidos. Así debe ser entendida. Sin embargo, su postura hubiera sido mucho más creíble y valiosa si al mismo tiempo que criticaba los antidemocráticos excesos del Jefe de Gabinete hubiera hecho lo mismo con los abusos -todavía más graves- que ha cometido y sigue cometiendo el Gobernador de Salta y ahora rebajado candidato a Vicepresidente de la Nación, Juan Manuel Urtubey.


En efecto, mientras el señor Isa protesta en Salta como una voz que clama en el desierto, Urtubey ha convertido a la Casa de Salta en Buenos Aires -unas oficinas que pertenecen al Estado salteño y que por definición no pueden ser utilizadas para actividades partidarias- en la sede no oficial de su nuevo partido Consenso Federal. Los cafés que se toma Roberto Lavagna en las oficinas públicas salteñas son pagados por los contribuyentes que apoyan a otros candidatos, como Férnández-Fernández o Macri-Pichetto.

A los ostensibles abusos del Gobernador de Salta se debe sumar, desde luego, la magnánima disposición de las aeronaves oficiales de la Provincia de Salta, justo cuando en las protestas callejeras se denuncia que una persona enferma ha muerto por no poder haber dispuesto del avión oficial en forma oportuna. Si estos aviones eran antes utilizados por el Gobernador y su familia para desplazarse a diferentes eventos deportivos a lo largo y ancho del país, hoy están al servicio exclusivo de su campaña proselitista, y probablemente también al de la campaña presidencial del señor Lavagna, que ningún vínculo tiene con Salta o con sus aviones.

Tan grave como lo anterior es el hecho de que los funcionarios del gobierno provincial -especialmente los del área económica- vienen trabajando desde hace algún tiempo como punteros de campaña y han hecho abandono de sus tareas de gobierno, siguiendo el ejemplo del mismo Urtubey, que hace más de un año que pasa más tiempo en Buenos Aires y en otros puntos del país que en Salta.

Al menos al señor Miguel Isa le queda el honroso consuelo de no haber abandonado su cargo. Y aunque en las formas se muestre solidario con el gobernador Urtubey y con su candidatura, casi todo el mundo sabe que, en el fondo, apoya la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner. De allí, entre otras cosas, que esté condenado a usar el colectivo en vez de los aviones oficiales.