La Corte de Justicia de Salta ha desestimado el recurso de casación interpuesto por un hombre que en su día fue condenado a la pena de diez años de prisión de efectivo cumplimiento, al haber sido hallado culpable de un delito de homicidio calificado por el vínculo, en grado de tentativa, en contra de su esposa. El tribunal juzgador declaró probado que en octubre de 2012, el condenado, que se encontraba separado de su esposa y con una orden alejamiento, se presentó en el domicilio de la víctima y tras mantener con ésta una discusión, tomó un cuchillo y la atacó, causándole heridas en brazo, manos y dedos. Se ha declarado probado también que un vecino intervino oportunamente para quitarle el arma al agresor y evitar que se consumara el hecho.
Contra esta sentencia se alzó la defensa del acusado con el argumento de que el hombre había actuado bajo un estado de perturbación anímica y de que no hubo en el hecho “dolo de homicidio”.
La Corte de Justicia recordó que «la tentativa de un delito determinado exige que quien comienza su ejecución no lo consume por razones extrañas a su voluntad» y que «la intención de matar necesaria para imputar una tentativa de homicidio, puede afirmarse de modo inequívoco solamente cuando queda excluida la de causar meramente un daño en el cuerpo o en la salud».
La sentencia de la Corte dice que el medio empleado resulta idóneo para producir la muerte «porque el cuchillo posee la suficiente capacidad vulnerante para que sea eficiente la agresión» y «el propósito homicida puede inferirse a partir de las características del arma empleada».
Al desestimar el recurso, la Corte ha confirmado, en todos sus términos, la condena impuesta al acusado.