La jueza Carolina Sanguedolce los ha juzgado en procedimiento abreviado, en el que han sido sobreseídas otras dos personas y un menor de edad ha sido declarado penalmente responsable.
Según la información oficial del portavoz de prensa del Poder Judicial salteño, la investigación trae su causa de una denuncia anónima que indicaba que en un domicilio del barrio Canillita, un tal Chancho y su pareja se dedicaban a la venta de sustancias estupefacientes.
La misma información dice que en el mes de mayo de 2020 dieron comienzo las tareas de vigilancia, a partir de las cuales se logró documentar mediante filmaciones y fotos la actividad ilícita que desarrollaban la parejita en cuestión, integrada por el ya mencionado Chancho Ricardo Gabriel Agüero y su pareja, doña María Laura Morales. Ambos tenían antecedentes condenatorios.
Las investigaciones también consiguieron poner de manifiesto que la pareja tenía su provedor mayorista en una vivienda de villa Juanita, en donde vivía el señor Héctor Álvarez.
La intervención de las llamadas telefónicas dispuesta en el curso de la investigación permitió constatar que en el mismo anillo participaba Martín Barrionuevo, quien si bien no tenía antecedentes condenatorios, era un personaje frecuentemente mencionado en las denuncias anónimas que se reciben en la muy democrática página del Ministerio Público de Salta. Como de todos es sabido, aparecer en esta página es equivalente a una condena imperecedera.
Añade la información oficial que por orden del Juzgado de Garantías (pero a pedido del instructor fiscal), se procedió al registro de las viviendas comprometidas, en el barrio Canillita (residencia de Chancho y Pepa Pig), La Angostura y villa Juanita. En estos lugares se procedió al secuestro de envoltorios con cocaína, celulares, dinero en efectivo y elementos de corte y fraccionamiento.
Ricardo Gabriel Agüero (38), alias Chancho ha sido condenado a la pena de cuatro años de prisión efectiva y multa por el delito de comercialización de estupefacientes. Fue declarado reincidente por primera vez y se ordenó su traslado a la Unidad Carcelaria nº 1.
Su compañera, María Laura Morales (39) ha sido condenada a dos años y ocho meses de prisión efectiva y multa, por el mismo delito. También Morales fue declarada reincidente y cumplirá su pena con prisión domiciliaria y control de la UADME.
A Maximiliano Martín Barrionuevo (27) le cayeron cuatro años de prisión y multa, por comercialización de estupefacientes. Permanecerá alojado en la Unidad Carcelaria nº 1.
Héctor Ramón Álvarez (35) fue condenado a seis años de prisión y multa, por el delito de comercialización de estupefacientes agravada por la participación de un menor de edad. Se ordenó su traslado a la cárcel penitenciaria local. En su caso, se unificó la pena con otra impuesta anteriormente, por lo que el señor Álvarez deberá pasar en prisión efectiva unos siete módicos años.
Daniela Elizabeth Franco (34), pareja del anterior, fue condenada a cuatro años de prisión y multa, por comercialización de estupefacientes agravada por la participación de un menor. La acusada mantendrá la prisión domiciliaria, con control de la UADME.
La jueza Sanguedolce ha absuelto a Kevin Axel Enrique Luna y a Dolores Agustina Dávalos del delito de comercialización de estupefacientes agravada por la participación de más de tres personas en forma organizada. La absolución estuvo motivada en el retiro de la acusación fiscal.
Finalmente, D. E. M. (menor al momento del hecho), fue declarado penalmente responsable del delito de comercialización de estupefacientes. Sanguedolce acordó el envío de copia de la sentencia al Juzgado de Menores de Tercera Nominación.